Trazan empresarios camino de colaboración con Bachelet

Frente a los temores de que el programa de Gobierno de la presidenta electa de Chile, Michelle Bachelet, afecte la estabilidad macroeconómica, los empresarios del país proponen un camino de diálogo con el nuevo Gobierno centroizquierdista que entrará en funciones en marzo próximo. http://bit.ly/1ll5vkB

Por: Alfredo Roca Corresponsal de Legiscomex.com Chile    Los empresarios chilenos ya daban por descontado el triunfo de Michelle Bachelet en los comicios presidenciales del pasado domingo 15 de diciembre y lo habían incorporado a sus expectativas de negocios para los próximos cuatro años, periodo durante el cual la ex mandataria del centroizquierdista Partido Socialista (PS) volverá a dirigir los destinos de este país sudamericano cuyo modelo de desarrollo ha estado basado en una combinación de políticas de mercado y fomento a la inversión, apertura económica y un creciente gasto social. “Queremos colaborar con ella y vamos a empezar a trabajar en diferentes propuestas. Nuestra intención es contribuir con ideas para que los gobernantes tengan mayores elementos en la toma de decisiones”, dijo a Legiscomex.com el presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), Andrés Santa Cruz. El dirigente del organismo cúpula empresarial sostuvo que el principal foco de atención de ese sector estará puesto en la reforma tributaria que propone la presidenta electa, quien busca elevar la recaudación fiscal en el equivalente al 3% del Producto Interno Bruto (PIB) –unos USD8.200 millones— mediante el aumento gradual de impuestos a las utilidades de las empresas (del 20% al 25% en un plazo de cuatro años) y la eliminación del Fondo de Utilidades Tributables (FUT), un mecanismo que permite a las compañías pagar tributos únicamente por las ganancias que retiren los inversionistas y no por las que generen los negocios. Para Santa Cruz, el FUT es un instrumento que beneficia al país porque mejora los niveles de inversión, por lo que se anticipa un debate sobre el tema a partir del 11 de marzo próximo, cuando Bachelet juramentará como presidenta de Chile para el periodo 2014-2018. En medio del debate electoral que concluyó con la victoria de Bachelet, el senador de la derechista Unión Demócrata Independiente (UDI), Jovino Novoa, acusó a la ex presidenta de pretender imponer en el país “un proyecto socialista que busca un cambio radical y quiere cambiar las bases de nuestra institucionalidad”. El economista de Econsult RS Capital, Gonzalo Sanhueza, sostuvo que el programa de la mandataria electa –cuyo punto central en el área económica es la reforma tributaria—de ninguna manera altera la estructura de las instituciones económicas del país. “Hemos construido un conjunto de instituciones que van a permitir tener un crecimiento estable en el tiempo y no veo un cambio sustancial en eso”, aseveró. Santa Cruz sostuvo que, por encima de las diferencias de enfoque que pudiera haber, el empresariado chileno tendrá una actitud de colaboración y diálogo con el próximo Gobierno. Debate De acuerdo con proyecciones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), la economía chilena crecerá un 4,0% en el 2014, lo que significará la más baja expansión en cinco años debido a un escenario externo más complejo.  “El dinamismo de la demanda interna alcanzado en años anteriores, así como el retroceso del ahorro nacional, imponen una nota de cautela en un escenario externo futuro en que las condiciones financieras internacionales podrían ser menos favorables y el precio del cobre (principal producto de exportación del país) más bajo”, sostuvo el organismo.  La secretaria ejecutiva de la Cepal, Alicia Bárcena, dijo que la desaceleración esperada para Chile en el 2014 ocurrirá en un entorno de menor ritmo de crecimiento en toda la región, que crecerá en promedio 3,2%, por debajo de la expansión que tendría la economía chilena. El ministro secretario general de la Presidencia, Cristián Larroulet, cuya candidata Evelyn Matthei fue derrotada por Bachelet en los comicios presidenciales del 15 de diciembre, atribuyó la desaceleración que experimentó la economía en el último trimestre del año a las propuestas de la futura presidenta, lo que fue rebatido por diversos analistas. Sanhueza consideró que el programa económico de Bachelet apunta a mantener el crecimiento en torno a la tendencia observada en los años anteriores y dijo que aunque se presente un alza de impuestos con la reforma tributaria ese factor podría ser compensado con una política energética más vigorosa, que destrabe los proyectos hidroeléctricos retrasados por el debate ambiental, la oposición de las comunidades y fallos judiciales adversos.  De acuerdo con el economista, Chile es uno de los países que tienen la mejor calificación de riesgo (AA+) y los inversionistas, por tanto, necesitan menos protecciones para invertir. “Lo que realmente revisan los inversionistas externos es qué instituciones y políticas ha construido un país en la parte económica, como un Banco Central independiente y la regla del déficit estructural, que limita mucho que los gobiernos hagan política fiscal irresponsable. Eso lo tenemos, así como una superintendencia de bancos fuerte. Estamos sujetos, claro, a ciclos externos, y eso es lo que puede incidir más en nuestro crecimiento”. La reforma Chile ha sido sacudido en los últimos dos años y medio por masivas protestas estudiantiles en demanda de cambios profundos al sistema educativo, que fue semiprivatizado durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) y que sufrió ligeras modificaciones durante los gobiernos del retorno a la democracia que sucedieron al régimen militar. La demanda de educación superior gratuita se instaló en el ánimo de la opinión pública y cuenta con el respaldo mayoritario de la ciudadanía, lo que Bachelet recogió en su programa de gobierno con una propuesta que busca universalizar la gratuidad educativa en un plazo de seis años. El financiamiento de este plan es el principal propósito de la reforma fiscal impulsada por la triunfante candidata de la coalición centroizquierdista Nueva Mayoría, de la cual forman parte desde el Partido Demócrata Cristiano (PDC) hasta el Partido Comunista (PC).  La principal objeción de los empresarios a la iniciativa fiscal de la presidenta electa es la eliminación del FUT el incremento al impuesto sobre las utilidades de las empresas del actual 20% al 25%, ante lo cual el estratega económico de Bachelet, Alberto Arenas, ha sostenido que la tasa de impuestos corporativos que tiene Chile está muy por debajo del promedio latinoamericano, que es de 28%, y también es menor al 25% que tienen los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). El presidente de la Asociación de Bancos, Jorge Awad, señaló el eje del programa de Bachelet es la educación “y creo que eso tiene impactos importantes para el capital humano de las empresas, para la productividad de las empresas y para asimilar el tema del desarrollo exponencial de la tecnología”. Sobre la reforma tributaria sostuvo que esta debe ser gradual, como lo plantea la futura gobernante, y “lo primero que hay que ver es en qué se va a gastar y cuántos son los recursos que se necesitan, pero la forma en que se perfila el proyecto va en dirección de reducir las desigualdades que aún tiene nuestro país”.  El presidente de la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa), Hermann von Mühlenbrock, afirmó que los empresarios están disponibles para conversar con el entrante Gobierno de la reforma tributaria y del alza de impuestos que esta traerá, pero respecto a la eventual eliminación del FUT consideró que esa medida podría traer un efecto adverso sobre la inversión, un elemento clave para crecer. Debate Nueva Mayoría, la coalición que gobernará Chile a partir de marzo próximo, logró el dominio de la Cámara de Diputados y el Senado en los comicios legislativos de noviembre pasado. Si bien tendrá mayoría calificada para realizar cambios constitucionales, tiene una cómoda mayoría simple (21 de 38 senadores y 68 de 120 diputados) para aprobar una reforma tributaria como la propuesta por Bachelet. El economista de la Universidad de Chile, Jorge Oliva, consideró que al interior de la coalición de la futura presidenta se podrían dar diferencias que terminen por moderar la propuesta tributaria. Mencionó que la presencia de economistas moderados y pro mercado en el equipo de Bachelet –como el ex ministro de Transporte, René Cortázar, y el ex presidente del Banco Central, José de Gregorio— “hace prever que no está todo dicho sobre la reforma fiscal”. Sectores del PDC, partido que forma parte de Nueva Mayoría, se muestran abiertos a establecer un diálogo con todos los sectores para sacar una reforma que cuente con un apoyo amplio, incluso de los empresarios. El diputado del PDC, Pablo Lorenzini, señaló que existe un compromiso para garantizar los recursos fiscales que requiere el programa de gobierno de Bachelet “pero eso no significa que vamos a limitar el debate y que no buscaremos poner nuestros puntos porque el Congreso no está solo para dar trámite a los proyectos; hay que discutirlos”. El presidente de la Comisión de Hacienda del Senado, Andrés Zaldívar, también militante del PDC, adelantó que los legisladores de Nueva Mayoría intentarán compatibilizar un sistema tributario que garantice más recursos con el fomento a la inversión y el apoyo a las pequeñas y medianas empresas. “La negociación se centrará en el FUT porque tenemos que ver qué gradualidad va a tener su desmonte y con qué mecanismo lo vamos a reemplazar”. Santa Cruz ratificó que los empresarios están abiertos al diálogo aunque indicó que existe claridad de que las expectativas ciudadanas sobre el futuro gobierno son muy altas. “Chile –dijo— es un país que ha alcanzado niveles de desarrollo que producen nuevas expectativas en la sociedad y la gente, hoy, está más empoderada, tiene más información, más canales de expresión. Confío en que los actores políticos mantendrán su seriedad y esto nos permitirá generar grandes acuerdos”. Andrónico Luksic, cabeza del Grupo Luksic, el más importante conglomerado empresarial de Chile, dijo que el sector privado y los inversionistas no tienen ningún temor respecto a quién gobernará el país durante los próximos cuatro años. En su primer discurso como presidenta electa, Bachelet sostuvo: “Llevaremos a cabo las transformaciones que Chile requiere y lo haremos con responsabilidad”.