viernes, 25 de enero de 2013

Empresarios de EE UU perciben claroscuros económicos en el 2013

Con el trasfondo del acuerdo parcial, con el abismo fiscal y las inminentes batallas sobre el déficit federal y el techo de la deuda, el sector privado de EE UU percibe un panorama económico agridulce en el 2013, combinado con una agenda de acuerdos y litigios pendientes con algunos de sus principales socios comerciales. http://bit.ly/WYPMLa


Por: Alfredo Sotomayor
Corresponsal de Legiscomex.com
Washington 
23 ene 2013
Agenda empresarial
La cúpula empresarial de EE UU busca una agenda económica para el 2013 que incluya una reforma del sector energético, la expansión del comercio internacional, la modernización del sistema de regulaciones, la reforma del sistema de migración para atraer trabajadores especializados y no calificados, así como una reforma tributaria y un plan fiscal que reduzca el gasto público y los programas sociales.

En materia energética su prioridad es abrir nuevas tierras a la exploración, tanto en el interior del país como en su mar patrimonial, bajo la lógica no sólo de reducir la dependencia foránea de fuentes de energía, sino aprovechar su posición global como el país con las mayores reservas internacionales de petróleo, gas y carbón.

Solo en los primeros 11 meses del 2012, la factura de importaciones petroleras de EE UU ascendió a USD291.809 millones, un descenso de unos USD10.000 millones en relación con el costo en el mismo periodo del 2011.

En el plano comercial, el sector privado de EE UU busca que la administración Obama complete este año las negociaciones para la Alianza Transpacífica (TPP), que incluye a los 9 socios originales, EE UU, Australia, Nueva Zelanda, Malasia, Brunei, Singapur, Vietnam, así como a Chile y Perú entre los países latinoamericanos, además de los nuevos miembros México y Canadá.

Las negociaciones de la TPP, que debían haber concluido en el 2012, pero que fueron demoradas por el periodo electoral en EE UU, buscan delinear el marco conceptual y regulatorio para un mercado de más de 600 millones de consumidores con un intercambio superior a USD200.000 millones anuales. La administración Obama reafirmó su intención de completarla en el 2013.

Los empresarios desean además que la administración Obama negocie un acuerdo de libre comercio con la Unión Europea (UE) y citan estudios según los cuales un pacto trasatlántico que simplemente elimine los aranceles entre los dos socios comerciales, aumentaría el comercio recíproco en USD180.000 millones en un periodo de 5 años. De manera complementaria desean que el gobierno federal modernice el sistema regulatorio para crear un proceso con mayor rendición de cuentas.

En materia social, la cúpula empresarial estadounidense reafirmó su respaldo a una reforma de las leyes migratorias que permita la legalización de 11 millones de personas que ya se encuentran ilegalmente dentro del país, un programa de trabajadores temporales que incluya visas para fuerza de trabajo no calificada, así como un aumento de los techos numéricos para el otorgamiento de tarjetas de residencia para extranjeros que se gradúen de universidades estadounidenses en programas de maestrías y doctorados.
Perspectiva
Sin responder directamente a los planteamientos de la USCC, con quien mantiene diferendos en temas como el cambio climático, la administración Obama anunció públicamente y reportó al Congreso oficialmente el 15 de enero su decisión de buscar un nuevo acuerdo global de servicios con 20 naciones bajo la Iniciativa Nacional de Exportaciones del presidente Obama.

Los socios comercial que forman parte inicial del acuerdo son Australia, Canadá, Chile, Corea del Sur, Colombia, Costa Rica, la UE (a nombre de sus países miembros), Hong Kong, Islandia, Israel, Japón, México, Nueva Zelanda, Noruega, Paquistán, Panamá, Perú, Suiza y Turquía, aunque se anticipa la adición de nuevos países conforme avanzan las negociaciones previstas a comenzar en Ginebra en los siguientes 90 días.

Un análisis del Instituto Peterson de Economía Internacional (IIE) estima que el comercio global de servicios podría crecer en más de USD800.000 millones si estos gozan de las mismas facilidades que el comercio internacional de manufacturas.

La administración Obama busca que el nuevo acuerdo sea integral y ofrezca a EE UU un terreno parejo de juego en el sector de servicios, donde es el líder global aunque con frecuencia se queja de que sus socios comercial, tanto países industrializados como en desarrollo, establecen trabas regulatorias que tienen el efecto de discriminar contra proveedores estadounidenses de servicios. Sin embargo, su alcance sería limitado por la ausencia de Brasil y China.

Para la concreción de sus objetivos comerciales, incluidas las negociaciones de la TPP, la administración Obama requiere, sin embargo, la renovación por parte del Congreso de la llamada Autoridad de Promoción Comercial –conocida popularmente como Vía Rápida— que obliga al legislativo estadunidense a aprobar o rechazar el acuerdo negociado, pero impide que sea objeto de enmiendas.

A raíz de la elección, el subcomité de Comercio del poderoso Comité de Medios y Procedimientos de la Cámara de Representantes tendrá un nuevo presidente, el republicano Devin Nunes de California, que tendrá a su cargo la agenda comercial del 2013, incluida la eventual renovación de la Vía Rápida.

El presidente del Comité de Medios, el republicano de Michigan Dave Camp dejó en claro que la agenda de prioridades de su panel será la reforma del código fiscal y buscar
“agresivamente” nuevas oportunidades en el mercado global y hacer que los socios comerciales de EE UU “rindan cuentas”.

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