jueves, 31 de enero de 2013

China, aliado clave de Venezuela en ausencia de Chávez

En medio de la incertidumbre política y los desequilibrios económicos que encienden las alarmas en Venezuela, China emerge como un aliado clave de este país y como una fuente de financiamiento alterna al cada vez más cauteloso mercado internacional de deuda. http://bit.ly/Xac7Wo

   

 

Por: Emiliano Corona
Especial para Legiscomex.com
Caracas 
A finales de noviembre pasado, cuando el presidente venezolano Hugo Chávez preparaba el escenario de su sucesión ante el recrudecimiento del cáncer que padece, los ministros de Finanzas, Jorge Giordani, y de Petróleo, Rafael Ramírez –principales estrategas económicos del Gobierno-, viajaron a China con el propósito de ampliar la línea de crédito que tiene su país con la potencia asiática. 

China y Venezuela suscribieron en el 2007 un convenio conocido como el Fondo Chino, mediante el cual el Gobierno de Beijing otorga financiamiento a este país sudamericano a cambio de petróleo. Hasta ahora, Venezuela ha recibido préstamos por USD36.000 millones de la nación asiática, a través de ese mecanismo. Venezuela paga esos créditos, que tienen tasas de interés preferenciales, con cargamentos de crudo. 

En estos momentos en que Venezuela necesita incrementar su endeudamiento para financiar el elevado déficit fiscal sin tener que sacrificar en demasía el gasto público, China emerge como un aliado clave.

“El Fondo Chino va a jugar un papel muy importante en esta coyuntura. La ayuda china va a ser fundamental”, dijo a ‹b›Legiscomex.com‹/b› el economista Narciso Guaramato Parra, ex presidente del Núcleo de Economistas del Banco Central de Venezuela (BCV).

Durante su viaje a China, Giordani y Ramírez analizaron la ampliación de los tramos de financiamiento a cambio de petróleo con el consejero de Estado de la nación asiática, Ma Kai, y con el presidente de la Comisión Nacional de Reforma y Desarrollo, Zhang Ping, con quienes avanzaron en el tema con la idea de disponer de recursos frescos durante el primer semestre del 2013.

Hace unos días, Ramírez –quien además de ministro es presidente de la gigante estatal Petróleo de Venezuela (PDVSA)- anunció que las partes ultiman los términos de las nuevas líneas de crédito y dijo que esos recursos serán para el financiamiento del gasto público y de los planes de desarrollo en las áreas petrolera, petroquímica y eléctrica.
El Fondo
Mediante el Fondo Chino, cuyo nombre oficial es Fondo Conjunto Chino-Venezolano, esta nación sudamericana dispone de una línea de crédito permanente por USD28.000 millones, que está utilizada en su mayor parte y el saldo resulta insuficiente para las necesidades de financiamiento de una economía que cerró el 2012 con un déficit fiscal estimado por consultoras independientes hasta en un 20% del Producto Interno Bruto (PIB) y cuya moneda se cotiza en el mercado paralelo hasta en cinco veces su valor oficial, que está establecido por el Gobierno en 4,30 bolívares (BsF) por dólar.

Ante la urgencia de los ministros Giordani y Ramírez por ampliar el tramo del financiamiento, queda claro que China resulta un aliado vital para el Gobierno que preside de manera interina el vicepresidente Nicolás Maduro, designado por Chávez como su sucesor en caso de que “se presentara alguna circunstancia que me inhabilite” para seguir ejerciendo el cargo. 

Chávez continúa en La Habana en una situación incierta tras ser intervenido por cuarta vez del cáncer que padece y, mientras se define si podrá o no asumir de nueva cuenta sus funciones como presidente, Maduro y los estrategas económicos postergan decisiones que se esperaban para principios del 2013, como la devaluación del bolívar, la flexibilización de los controles de precios a los productos básicos –para evitar la creciente escasez— y el aumento de tarifas de servicios públicos, a fin de aliviar el déficit fiscal. 

“No creo que el gabinete económico tome medidas económicas de fondo en el corto plazo. Puede haber elecciones (en caso de una inhabilitación definitiva de Chávez) y el Gobierno va a continuar con la política de solicitar a la Asamblea Nacional (Congreso unicameral) la aprobación de créditos extraordinarios. Los desequilibrios económicos seguirán aumentando hasta que ya no sean sostenibles y nos exploten en la cara”, consideró Guaramato Parra.

De acuerdo con el economista de la Universidad Santa María de Caracas y especialista en planificación financiera del Instituto de Capacitación del Fondo Monetario Internacional (FMI) en Washington, el Gobierno venezolano dispone de tres mecanismos para mantener la economía a flote mientras aplica el ajuste pendiente: emitir más deuda interna –la cual creció un 62% en el 2012 con respecto al 2011 y cerró el año en USD56.350 millones-; echar mano de los activos externos del sector público, y recibir más financiamiento de China.
A corto plazo
El consultor privado y economista de la Universidad Central de Venezuela (UCV), Sergio Flores Narváez, señaló que el Gobierno que lidera Maduro, en ausencia de Chávez, “no tiene ninguna capacidad para ejecutar medidas económicas de fondo y hasta ahora ha demostrado que irá manejando la situación con políticas de corto plazo en las que el endeudamiento para financiar el déficit sin tener que reducir el gasto público va a jugar un papel determinante y, en ese orden, el respaldo de China es vital”.

El Ministerio de Finanzas proyecta colocar durante el primer trimestre de este año bonos y letras del tesoro en el mercado interno, en bolívares, por el equivalente a USD3.500 millones, en lo que se concreta una ampliación del tramo de financiamiento del Fondo Chino.

La apuesta de Venezuela en los últimos años ha sido reducir su dependencia del mercado petrolero de Estados Unidos –que continúa como su principal cliente hasta el momento— e incrementar sus exportaciones a China, la segunda economía del mundo y una potencia con la cual Chávez tiene una afinidad ideológica. 

Para Guaramato Parra, en su lucha antiimperialista contra EE UU, Chávez ha tenido a China como su aliado más importante, además de Cuba. “Existe una dupla Cuba-China que fundamenta a este Gobierno. Cuba le suministra la identidad ideológica revolucionaria que necesita el chavismo y China le suministra elapoyo material y el financiamiento, en los dos casos a cambio de petróleo”, señaló el ex funcionario del BCV.
Socio petrolero
De acuerdo con estadísticas de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), en 1999, cuando Chávez asumió el poder, Venezuela exportaba a Estados Unidos 1,5 millones de barriles diarios de crudo y derivados, equivalentes al 54% de las ventas externas de esos productos. China ni siquiera figuraba entre los clientes de este país.

En el 2005, el suministro de crudo venezolano y derivados al mercado estadounidense había caído a 1,1 millones barriles diarios (el 41% del total) y China se ubicó como el tercer mercado, después de Latinoamérica, con 142.000 barriles diarios, equivalentes al 5,24% de las exportaciones petroleras de este país sudamericano.

El acuerdo que dio origen al Fondo Chino fue suscrito en el 2007 con una línea de crédito de USD4.000 millones extendida a Venezuela por el Banco de Desarrollo de China, que se duplicó un año después y en se negoció un nuevo tramo de USD20.000 millones. La mitad de estos últimos, son en yuanes.

En la medida en que el peso del Fondo Chino ha ido en aumento como mecanismo de financiamiento para Venezuela, los envíos de petróleo a la potencia asiática —cuya demanda de ese hidrocarburo se triplicó en la última década- se han incrementado. 

Según los datos de la OPEP, a la cual pertenece Venezuela, en el 2011 las ventas de petróleo crudo a China se ubicaron en 323.000 barriles diarios y representaron el 13,9% de las exportaciones de ese producto, mientras que a EE UU se enviaron 826.000 barriles diarios ese año, el 36,3%.

Estadísticas preliminares del Gobierno venezolano indicaron que en el 2012, las exportaciones de crudo y derivados a EE UU cayeron a 764.000 barriles diarios (el 33,2%) mientras que las destinadas a China se elevaron a 640.000 barriles diarios, equivalentes al 27,8% del total.

De acuerdo con estas cifras, entre 1999 y el 2011 EE UU redujo de manera considerable su participación como principal mercado del petróleo venezolano, que pasó del 55% al 33,2% en ese lapso, mientras que la de China saltó del 0% al 27,8%. 

El ministro Ramírez estima que en el 2015 Venezuela le venderá a China un millón de barriles diarios de petróleo, con lo que este país norteamericano se convertiría en el segundo mercado tras décadas de ocupar el primer lugar. Por ahora, este país sudamericano es el sexto abastecedor de crudo de la nación asiática, la cual importa 4,2 millones de barriles diarios para satisfacer su creciente demanda de energía.
Trueque
“El Fondo Chino puede ser un buen negocio para Venezuela, pero desconocemos con exactitud los alcances de ese acuerdo, que hasta ahora se ha manejado con total discrecionalidad por parte del Gobierno”, consideró Flores Narváez.

Según informes oficiales, los recursos provenientes de la potencia asiática se han destinado al financiamiento de proyectos emblemáticos del Gobierno, como la Misión Vivienda, y al desarrollo de proyectos en los sectores petrolero, eléctrico, agrícola y de transporte, entre otros, mediante la conformación de empresas binacionales. 

“Pero desconocemos los montos que se canalizan a gasto público corriente; la información que se maneja hasta ahora es muy parcial”, dijo el economista de la UCV, quien catalogó al Fondo Chino como “un convenio que en apariencia es en beneficio mutuo porque China necesita petróleo y Venezuela, financiamiento”.

De acuerdo con información del Gobierno venezolano, alrededor del 40% de los envíos petroleros a China se utilizan para pagar los préstamos que ha recibido el país por parte de la nación asiática.
La letra chica
El convenio que dio origen al fondo binacional establece que el petróleo que vende Venezuela a China se pagará a precios de mercado pero el transporte lo asumen los dos países por partes iguales, lo que significa una ventaja para el Gobierno de Beijing. 

En los primeros seis meses de 2012, por ejemplo,las exportaciones petroleras a China alcanzaron un precio promedio de USD99,67 por barril, cifra menor en 7,14% a la cotización de la cesta venezolana en ese periodo, que fue de USD107,34 por barril. La diferencia sería el costo de transporte que asumió Venezuela.

Flores Narváez sostuvo que, en contraparte, Venezuela se ve compensada por los bajos intereses que le cobra China por sus préstamos (la tasa libor, de menos de medio punto porcentual, más cuatro o seis puntos, según el tramo de financiamiento), lo que es “significativamente inferior a los intereses que le fijan los mercados internacionales a Venezuela, que son de aproximadamente 11%”.

Otra de las características del Fondo Chino es que Venezuela solo puede disponer de la mitad de los USD20.000 millones negociados en el 2009 en yuanes, con lo cual el país está obligado a gastarlos en productos chinos, desde materiales y suministros para la industria petrolera, hasta bienes de consumo, como televisores. 

“Ahí entran automóviles, motocicletas y productos de todo tipo, pero el hecho es que Venezuela necesita dinero porque tiene un déficit fiscal fenomenal y no es una operación tan desventajosa para el país como se pensó en un principio.
No hay que satanizar este Fondo, sino revisar en detalle sus términos. Lo que no puede ser es que nadie sabe qué hace Venezuela con el dinero que retira del Fondo Chino. Nadie conoce con exactitud qué hace el Gobierno con esos recursos”, señaló Flores Narváez.

Lo que sí se sabe es que China es un socio cada vez más importante para Venezuela y que en esta coyuntura de incertidumbre política y desequilibrios económicos su ayuda financiera será determinante para el régimen chavista.

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