Economía y comercio, desafíos del nuevo Parlamento Europeo

Luego de conocerse los resultados de las elecciones europarlamentarias, uno de los interrogantes es ¿cuál será el impacto de estos en la economía y las relaciones comerciales del bloque? http://goo.gl/LWRLDf

Por: Especial para Legiscomex.com    Si bien el democristiano luxemburgués Jean-Claude Juncker se alzó con la victoria por un escaso margen, lo que más ha llamado la atención en las elecciones europarlamentarias ha sido el crecimiento en las urnas de los radicales populistas (tanto de derecha como de izquierda), aquellos que abogan por el cierre de las fronteras comerciales, el férreo control a la inmigración y la devolución de la soberanía presupuestaria, fiscal y monetaria a los Estados Nación. Quizá el país en el que estas ideas más han calado es Francia, donde el Frente Nacional, liderado por Marine Le Pen (hija del ex candidato presidencial Jean-Marie Le Pen), se ha constituido con la principal fuerza política por primera vez en la historia. Este partido de ultraderecha consiguió el 26% de los votos, frente al 20,6% de la UMP y el 13,8% del Partido Socialista, que se sitúa en el nivel más bajo de su historia. Así mismo, los llamados “eurófobos” (populistas de derecha o izquierda) también tuvieron resultados destacados en Reino Unido, Grecia, Italia, Hungría, Finlandia, Dinamarca y Alemania. Sin embargo, por ahora, solo participan con un poco más del 20% de los escaños, lo que aún deja a las fuerzas proeuropeas a la cabeza y hace que las alianzas sean fundamentales para decidir el futuro de la UE durante los próximos cinco años. Aunque dichas alianzas solo se conocerán hasta dentro de varias semanas, es posible que los conservadores del Partido Popular Europeo (PPE), liderados por Juncker y quienes obtuvieron 214 escaños (28,5%), lleguen a algún acuerdo con el Grupo de la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas en el Parlamento Europeo (S&D) que encabeza el alemán Martin Schulz y sumó 191 parlamentarios (25,4%). A esta coalición también podrían ingresar la Alianza de los Demócratas y Liberales por Europa (ADLE) (64 escaños) y los Verdes/Alianza Libre Europea (Verdes/ALE) (52 escaños). Futuro de la economía Con una economía todavía golpeada por la reciente crisis, una de las preguntas que surge es cuál será la directriz para los próximos años. No obstante, todo hace prever que las políticas seguirán orientadas a la austeridad, pero con cierto viso social. “Yo creo que podemos esperar pocos cambios. La política de austeridad seguirá siendo un eje fundamental en Europa, principalmente porque la familia política conservadora de Junckek y Angela Merkel (la canciller alemana) ha ganado las elecciones. Lo que sí creo que vamos a ver es una reformulación de la austeridad y va ser por dos razones: por un lado porque los conservadores necesitan el apoyo de los socialdemócratas y por otro lado porque el grupo de los 28 se ha dado cuenta que el auge de los euroescépticos está muy ligado a la crisis, los recortes y los rescates”, explicó el analista político y económico Juan Palop al medio alemán Deutsche Welle. Para Palop, el mensaje de los resultados de las elecciones es claro y demuestra que algo anda mal en la UE, tanto así que luego de los comicios tanto Merkel como el presidente francés François Hollande han salido a decir que la prioridad ahora debe ser el crecimiento y el empleo, aunque esto mismo lo vienen diciendo desde hace más de un año. De hecho, el triunfo del Frente Nacional en Francia se debe al descontento de buena parte de la población que siente que no tiene oportunidades. Según el análisis del voto realizado por Ipsos France, las ideas de la extrema derecha calan entre quienes más están sufriendo la crisis: los menores de 35 años y las clases populares. Le Pen obtuvo el apoyo del 30% de los jóvenes y del 43% de los obreros. Mientras tanto, los socialistas solo recogieron el voto del 8% de los obreros.  “El voto al Frente Nacional ha sido un voto de desesperación. La economía francesa está estancada y no tiene visos de crecer en los últimos meses. La tasa de desempleo sigue creciendo, el déficit público parece descontrolado y las empresas francesas son cada vez menos competitivas. Además, tienen el problema de que no pueden hacer una devaluación monetaria ni una devaluación interna vía salarios”, anota Palop. En estos momentos, Francia y varios países del sur de Europa piden una política más expansiva, mientras luchan por volver a crecer. Durante el primer trimestre del 2014, el Producto Interno de Bruto (PIB) de países como Portugal e Italia cayó un 0,7% y un 0,1%, respectivamente, mientras que el de Alemania creció un 0,8%. “Para los próximos meses creo que vamos a ver una reducción de los tipos de interés más simbólica que efectiva, acompañada de una serie de medidas no convencionales que ayuden a que el crédito pueda fluir a las empresas y a las familias. De todas maneras, creo que podemos descartar una política monetaria expansiva de carácter agresivo, como se ha producido en EE UU y Japón”, pronostica el especialista. Impacto sobre Latinoamérica La composición del Parlamento Europeo también tiene impacto en América Latina, pues por allí pasan los acuerdos comerciales, los presupuestos de cooperación y desarrollo, y los diálogos sobre derechos humanos estipulados en los diferentes acuerdos, entre otros. Por ejemplo, en el periodo 2009-2014 la Eurocámara aprobó el Acuerdo de Asociación con Centroamérica y el Acuerdo de Asociación con Colombia y Perú. En tanto que para el próximo periodo están pendientes los tratados con Ecuador y con el Mercado Común del Sur (Mercosur).  En materia de cooperación, durante el periodo que acaba de terminar, el Parlamento decidió que los países de renta media fueran excluidos de los programas bilaterales, aunque se logró que prolongara dicha cooperación para los andinos. Para los próximos años, los temas de cooperación y comercio seguirán sobre la mesa. Sin embargo, el enfoque podría cambiar un poco.  “El PPE da mucho valor a la cooperación con América Latina, como socio. Con todo, en mi opinión, no se debe verse solo la relación económica, sino incentivar también los otros programas de investigación, sobre todo en aquellos puntos en donde no sólo donde Europa salga ganando”, sostuvo recientemente el diputado belga Mathieu Grosch a la Deutsche Welle. En cuanto al libre comercio, las opiniones en la Eurocámara están divididas. Mientras un grupo los apoya, otros como el grupo de Los Verdes rechazan los TLC y consideran que estos están permitiendo un regreso a las estructuras coloniales donde Latinoamérica solo es fuente de recursos naturales. Sobre las elecciones El Parlamento Europeo cuenta con 751 diputados, que representan a 504 millones de ciudadanos de la UE, lo que lo convierte en el más grande del mundo elegido por voto popular y el único democrático multinacional.  Cada cinco años, los ciudadanos de la UE eligen a quienes los representarán ante el Parlamento. De acuerdo con la web de esta institución, “cada Estado miembro tiene derecho a elegir un número determinado de diputados. El reparto de escaños está estipulado en los tratados europeos sobre la base del principio de proporcionalidad degresiva”. Esto quiere decir que los países con mayor población tienen más escaños que los menos poblados.  En ese orden de ideas, para las elecciones del 2014, el número de diputados oscila entre los 6 de Malta, Luxemburgo, Chipre y Estonia, y los 96 de Alemania, según el Tratado de Lisboa. Aunque las elecciones se presentan partidos nacionales, una vez que los diputados son elegidos, la mayoría toma la decisión de formar parte de grupos políticos transnacionales, pues buena parte de los partidos están afiliados a una familia política de ámbito europeo, por lo que una de las principales cuestiones de la noche electoral es saber cuál de estos grupos tiene un peso mayor en las decisiones que se tomen en la próxima legislatura.  Posteriormente, el Consejo Europeo debe tener en cuenta el resultado de las elecciones al proponer un candidato para el cargo de Presidente de la Comisión Europea, órgano ejecutivo de la UE. “Con la entrada en vigor del Tratado de Lisboa, el Parlamento Europeo se ha convertido en un colegislador poderoso y desempeña un papel fundamental en el diseño de las políticas europeas. El voto en las elecciones europeas es la oportunidad que cada ciudadano tiene para influir en su composición y en las decisiones de este durante los cinco años de legislatura”, señala el portal de la institución.