Honduras y Nicaragua están exportando a Europa en cooperación con empresas chocolateras. Costa Rica también está entrando en el mercado. http://goo.gl/DvvrWS
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Chocolateros europeos han expresado su interés en la región y lo han demostrado con inversiones considerables. Según la Organización Internacional del Cacao (ICCO), en 2013 el precio de la tonelada de cacao incrementó un 24% y este año podría subir un 13%, cifras bastante prometedoras para los productores centroamericanos.
Hace miles de años su valor era indiscutible. Fue el manjar de los dioses Mayas, pues era considerado el remedio para muchas enfermedades y llegó incluso a utilizarse como moneda en la región mesoamericana. Pero su momento de gloria pasó y desde mediados del siglo pasado, las plantaciones de cacao disminuyeron considerablemente. En la última década, sin embargo, el cacao ha ido recobrando su valor, al punto que muchos agricultores centroamericanos han apostado por darle protagonismo a este cultivo. La fiebre del cacao está cobrando vida en la región y promete buenas ganancias. “Vale la pena el esfuerzo, si se suma a la calidad, la historia de los orígenes de nuestros cacaos -esa relación con los Mayas- el producto se hace algo muy interesante para los compradores europeos, un cacao fino muy único”, afirmó a Legiscomex.com, Rafael Trigueros Hecht, presidente de la Asociación de Productores de Cacao de El Salvador (Es-Cacao). Las palabras entusiastas de Trigueros se basan en hechos. Aunque su país apenas está por enviar las primeras exportaciones, el vecino país Honduras lleva casi una década reactivando el cultivo y sus resultados han animado a muchos productores de la región. Según cifras de la Asociación Hondureña de Productores de Cacao de Honduras (Aprocacaho), en el 2013 los compradores europeos les pagaron entre un 25% y 40% más del precio cotizado en la bolsa de New York por tonelada de cacao fino de aroma.
Chocolates gourmet con sabor centroamericano
En el mundo del chocolate fino, la empresa suiza Chocolat Halba es reconocida, y en el 2010 tras una serie de pruebas de elaboración y calidad lanzó su primer chocolate hecho con cacao proveniente de Honduras. Desde entonces, el país centroamericano lucha por posicionarse como el principal productor de cacao fino de aroma en la región. Halba ha mostrado su interés y ha invertido un buen capital para promover el cultivo en tierras hondureñas. A dicha compañía se ha sumado la empresa danesa Xoco Fine Cocoa Company. Según datos de Aprocacaho, de apenas 1.000 héctareas cultivadas en el 2010 se pasó a 4.400 hectáreas en el 2013, gracias a esfuerzos de cooperativas locales e inversionistas extranjeros.
Similar ha sido el caso de Nicaragua, en donde la alemana Ritter Sport es la principal compradora del cacao grado “A” producido por las cooperativas nicaragüenses. En el 2013, representantes de Ritter Sport en Nicaragua anunciaron ante la prensa local una inversión de USD25 millones en el país para incrementar la producción. Costa Rica y Guatemala, aunque con cifras de exportaciones de cacao que mezcla el fino de aroma con el más tradicional, también están buscando penetrar en este mercado. Según datos de la Promotora de Exportaciones de Costa Rica (Procomer) en el 2012 las exportaciones de cacao fino alcanzaron los USD1.7 millones con producto enviado principalmente a Europa, cifras modestas para las ambiciones de Costa Rica. Pero el Ministerio de Comercio Exterior está promoviendo desde el 2013 un acercamiento comercial con Turquía y Rusia con productos que incluyen el cacao. En el 2013, las exportaciones costarricenses de cacao (de todos los tipos) sumaron USD489,2 millones. El Salvador es el país centroamericano que va a paso más lento, apenas está dando sus primeros pasos en la reactivación del cacao. Es-cacao espera enviar el primer cargamento de cacao fino de aroma a Europa a finales del 2014.
Del café al chocolate
El panorama internacional del precio del cacao, la sequía en algunos de los principales países productores como Ghana y Costa de Marfil, sumado al deseo de diversificar sus producciones ha llevado a muchos cafetaleros centroamericanos a ir reemplazando plantaciones de café con el cacao.
“A modo personal puedo decir que como cafetalero he visto en el cacao un futuro interesante y por eso junto a otro grupo de cafetaleros hemos hecho los esfuerzos necesarios los últimos cinco años por reactivar el cultivo del cacao en El Salvador”, aseguró a Legiscomex Trigueros Hecht sobre el caso específico de El Salvador. Pero dicho país no es la excepción, la historia es similar en el resto de países centroamericanos. En noviembre del año pasado, en Nicaragua se lanzó la iniciativa “Proyecto de acceso al mercado sostenible y seguridad alimentaria para productores de Café y Cacao de Nicaragua” financiada con fondos del gobierno de Holanda y una contraparte del gobierno nicaragüense. El proyecto espera repartir 10 millones de euros entre 5.000 pequeños productores en los próximos cinco años. Honduras aunque ha tenido un buen grupo de cacaoteros -aglomerados en Aprocacaho en los últimos 20 años- ha tenido también sus bajones en producción y cierto desinterés en el cultivo, en especial después del desastre ocasionado por el huracán Mitch a finales de los 90. La devastación tras las lluvias y el bajo precio internacional mermó el cultivo. Sin embargo, desde el 2006 se ha reactivado y a la fecha medianos y pequeños agricultores de café se han ido sumando al grupo de cacaoteros.
El Salvador, a paso lento pero seguro
“Es más fácil comenzar de cero que intentar remodelar una locación o sistema antiguo. Desde ese punto de vista, en El Salvador tenemos cierta ventaja”, aseguró optimista el representante de Es-Cacao.
El trabajo que han desarrollado los cacaoteros salvadoreños en los últimos cinco años tiene su mérito. A través del Departamento de Agricultura de EE UU (USDA, por su sigla en inglés) han hecho pruebas de genética a sus semillas para determinar la pureza y el origen del cacao que han decidido cultivar y garantizar calidad. Han realizado capacitaciones internacionales en cuanto a la siembra y producción con varias empresas, incluso con la colombiana Casa Luker. Del mismo modo han intentado implementar la tecnología con todos los miembros que se han incorporado a la Asociación y han dedicado tiempo a la promoción del cultivo entre los productores locales. “Producir cacao fino de aroma nos permite enfocarnos en calidad y no solo en cantidad dado que se venderá a buen precio. El esfuerzo vale la pena y como productores agrícolas lo sabemos”, dijo Trigueros Hecht. Es- Cacao brinda ayuda técnica a todo productor que se acerque a ellos siempre que acepten sembrar más de una hectárea y utilicen la semilla que ellos ofrecen para garantizar el tipo y calidad del cacao. La meta es que en el 2016 se llegue a tener 1.000 hectáreas cultivadas. Trigueros Hecht asegura que, tras un estudio, la asociación encontró que el área potencial para cultivar cacao en El Salvador ronda las 60.000 hectáreas. Hacia ahí apuntan los sueños. “Hemos tenido noticias de organizaciones interesadas en hacer del cacao algo productivo en el país, invertir en grande en áreas que no están sembradas. Incluso USAID ha mostrado interés en proyectos. Es una lucha a mediano plazo y vamos por buen camino”, reiteró el representante de Es-Cacao. El ejemplo de Honduras y Nicaragua con inversionistas europeos motiva a los cacaoteros de la región. Chocolateros de EE UU también han mostrado interés y han recorrido plantaciones centroamericanas, incluyendo las salvadoreñas que aún están a la espera de enviar sus primeros cargamentos este año. La producción del cacao fino de aroma está tomando fuerza. Centroamérica podría tener ahí una mina de oro. El ICCO estima que la baja producción de África Occidental dejó un déficit de 100.000 toneladas en el 2013. Tristeza de unos, alegría de otros. El cacao centroamericano espera seguir ganando terreno. |
viernes, 2 de mayo de 2014
Centroamérica busca su mina de oro en el cacao fino de aroma
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