domingo, 27 de abril de 2014

Hasta un 2,5% caería economía venezolana este año

Con las dificultades económicas y las movilizaciones sociales, Venezuela enfrenta un complejo panorama que de acuerdo con estimaciones de organismos internacionales y economistas privados haría caer el PIB hasta un 2,5% este año. http://goo.gl/dtHPd1


  
 
Por: Emiliano Corona
Especial para Legiscomex.com
Caracas 
Un estudio de la consultoría Datanálisis señaló que durante el primer trimestre de este año la escasez de alimentos con precios regulados se agravó y llegó a 60,2%, lo cual significa que dos terceras partes de esos productos no fueron encontrados en el mercado por los consumidores.

“La situación es de emergencia y gran parte de lo que ocurra va a depender de que el Sicad II (un nuevo sistema de subasta de divisas que busca resolver la falta de dólares para importar los productos, materias primas e insumos que el país necesita) funcione de manera adecuada para que el sector privado pueda reponer sus inventarios y abastecer al mercado”, dijo a Legiscomex.com el economista de la Universidad Central de Venezuela, Tomás Zavala.

De acuerdo con el consultor privado y asesor de empresas, la ola de protestas sociales que vive el país desde febrero pasado “ha terminado por intensificar la crisis económica que ya veníamos padeciendo con mucha profundidad y esto se expresa, principalmente en los altos niveles de escasez de productos básicos y la desbordada inflación que impacta el poder adquisitivo de los venezolanos”.

Zavala estimó que la economía de Venezuela registrará este año una contracción de entre el 0,5% y el 1,0%. 

En su más reciente informe macroeconómico, el Fondo Monetario Internacional (FMI) señaló que Venezuela se ha visto afectada por el efecto de problemas de financiamiento y los controles cambiarios y administrativos que impiden un normal desarrollo de la actividad económica.

El director de la consultora Ecoanalítica, Pedro Palma, señaló que según previsiones de esa consultoría privada este año será “muy difícil y complejo en lo económico, además de lo político”, con una caída del Producto Interno Bruto (PIB) de entre el 2,0% y 2,5%, que se traducirá en un deterior del ingreso per cápita de entre 4,0% y 5,0%, mientras que la inflación superará los 70 puntos porcentuales.
“Podemos anticipar una agudización de la protesta social. Sin duda alguna los temas económico y social están relacionados. Las movilizaciones no se van a solucionar con mano dura y represión, como pretende el Gobierno, sino que hay que dar un giro de 180 grados en la política económica”, considera el doctor en Economía por la Universidad de Pennsylvania.
El gobierno del presidente Nicolás Maduro enfrenta desde febrero pasado una serie de movilizaciones sociales en demanda de más seguridad, el cese de la represión contra los manifestantes, la liberación de decenas de estudiantes y dirigentes opositores presos y mayor apertura política.

Aunque el Gobierno y los dirigentes de la oposición encabezados por el ex candidato presidencial Henrique Capriles iniciaron un diálogo los ánimos parecen demasiado crispados como para esperar que ese proceso rinda prontos resultados y desactive las movilizaciones y la polarización que registra Venezuela, a lo cual se aúna la severa crisis económica.

Entre enero y marzo pasado, la escasez de productos se ubicó en un 51,9%, según la investigación de Datanálisis, la cual incluyó sondeos a supermercados de cadena e independientes, bodegas, el comercio informal y el sistema oficial de distribución de alimentos y mercancías.

En comparación con el primer trimestre del 2012, el índice de escasez aumentó 36 puntos porcentuales este año y 14,7 puntos con respecto al 2013, lo cual indica una agudización del desabasto. De acuerdo con el estudio, en el 2013 la escasez promedió 37,2%; en el 2012 llegó a 15,9% y en 2011 se ubicó en 19,1%.
Divisas
El pasado 24 de marzo Venezuela registró una megadevaluación de su moneda frente al dólar que alcanzó el 723% con respecto al tipo de cambio oficial, lo cual fue presentado por el Gobierno como una medida necesaria para resolver uno de los problemas torales de la economía nacional: la escasez de divisas, la cual, a su vez, es la que causa el desabasto porque las empresas privadas carecen de dólares para importar insumos, materias primas y los productos que demandan los consumidores.

De acuerdo con estimaciones de analistas privados, el déficit fiscal del sector público es del orden del 15% del PIB debido a un enorme gasto gubernamental, que supera los USD100.000 millones anuales. El Gobierno no cesa de imprimir dinero para financiar este desequilibrio y la inflación anualizada llegó al 57,4% en febrero.

“El principal problema es que las autoridades están instrumentado una estrategia inconsistente en sí misma, porque por un lado estimulan el consumo a través del gasto público y al mismo tiempo restringen la capacidad del sector privado para generar oferta porque no hay dólares y porque las políticas socialistas afectan el desempeño de las empresas. Si usted estimula la demanda y restringe la oferta, lo que va a tener es una inflación alta y un problema de escasez”, sostuvo el economista Efraín Velázquez, un doctor en Economía por la Northwestern University de EE UU.
Coyuntura incierta
En el 2013, año en que murió el presidente Hugo Chávez y en que este fue sucedido Maduro, el país cumplió una década bajo un estricto control de cambios que nunca ha dado el resultado que espera el Gobierno: desalentar el gasto en dólares y la salida masiva de divisas del país.

El mismo sistema de control de cambios que rige en Venezuela desde el 2003 y que ha propiciado un mercado paralelo donde el dólar se cotiza en más de 10 veces su valor oficial es una fuente de corrupción que escandaliza a los propios chavistas. El origen de los malos manejos está en los cuatro diferentes tipos de cambio que existen en el país: el oficial preferencial, de 6,30 bolívares por dólar, el Sicad (11,36 bolívares por dólar), el Sicad II (51,80 bolívares por dólar) y el del mercado negro, que rebasa los 70 bolívares por dólar. 

Basta comprar la moneda estadounidense a tasa preferencial y venderla en mercado negro para obtener una ganancia superior al 1,000%.

El ministro de Planificación, Jorge Giordani, y la ex presidenta del Banco Central, Edmée Betancourt, han reconocido que una larga lista de “empresas de maletín” (inexistentes) compraron entre el 2012 y el 2013 más de USD25.000 millones en divisas a tasas preferenciales para luego negociarlas en forma fraudulenta en el mercado negro en operaciones en las cuales funcionarios públicos y empresarios del sector privado actuaron coludidos. Hasta ahora no hay ningún resultado de las investigaciones que prometió el Gobierno.

Palma sostuvo que entre la corrupción, la dilapidación de recursos con fines supuestamente sociales y las políticas de “asfixia al sector privado”, desde expropiaciones de empresas y predios hasta una ley vigente desde enero pasado que limita en un 30% las ganancias a cualquier negocio, Venezuela se encuentra en una coyuntura económica “extremadamente complicada”.

La deuda pública externa llegó a USD105.000 millones, mientras que la interna legaría a USD66.000 al tipo de cambio preferente, lo que sumado equivale a cerca del 100% del PIB (calculado a una tasa de 6,30 bolívares por dólar). Las reservas internacionales cerraron el pasado miércoles 16 de abril en USD20.600 millones, cifra menor en un 23% a la registrada hace un año, y solo USD2.500 millones son reservas líquidas, apenas suficientes para 18 días de importaciones.

Velázquez afirmó que “los desequilibrios son muy profundos y no ha habido ninguna decisión económica que ataque de fondo el problema, que es el exceso de demanda y las restricciones a la oferta. La economía sigue produciendo dólares, pero como usted estimula la demanda vía gasto y restringe la oferta, las necesidades de importaciones aumentan. Además, en el 2000 el sector público utilizaba menos del 10% del ingreso petrolero para importaciones y hoy utiliza más del 25% para importaciones propias. Cada vez son menos dólares los que quedan al sector privado”.

El economista indicó que, como elemento adicional, las protestas sociales que se registran en varias ciudades de Venezuela, en especial en el este de Caracas y en el suroccidental estado Táchira, han terminado por afectar la economía debido a los bloque los de vías y el ausentismo en los centros de producción. 

De acuerdo con Velázquez, los datos de estudios privados sobre el primer trimestre de 2014 “ya muestran un proceso recesivo importante con una alta inflación”

Los economistas consultados consideraron que la situación económica y social en Venezuela sufre un deterioro progresivo y el Gobierno ha dado muestras de incapacidad para enfrentar la crisis.

Velázquez consideró que este año Venezuela registrará una recesión del 1,0%, con una inflación por arriba de los 60 puntos porcentuales.

De acuerdo con el economista, “si uno trata de anticipar el ambiente económico uno ve poco crecimiento económico, mucha inflación y mucha escasez. La única manera de revertir todo el proceso que estamos viendo es simplemente una: una negociación política con la oposición, que amplíe la base del gobierno, combinada con una estrategia económica que revierta ese proceso recesivo”.

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