jueves, 27 de junio de 2013

Canadá y México, en pie de guerra comercial por etiquetado de carne de EE UU

Canadá y México se encuentran al borde de una nueva guerra comercial con EE UU a raíz de la decisión de la administración Obama de aprobar nuevos requerimientos de etiquetado de carne y otros productos que, en opinión de sus dos socios comerciales, son discriminatorias e inconsistentes con la reglas de la OMC. http://bit.ly/1aRe30j






Por: Alfredo Sotomayor
Corresponsal de Legiscomex.com
Washington 
 
El litigio, que gira en torno al cumplimiento con las reglas de Etiquetado de País de Origen (COOL, por su sigla en inglés), amenaza con desembocar en la imposición de represalias comerciales billonarias a EE UU, tales como la suspensión de beneficios arancelarios a frutas y verduras, jugos, carne, productos lácteos, maquinaria, muebles y electrodomésticos.

El cambio de etiqueta instrumentado por el Departamento de Agricultura de EE UU (USDA) a partir del 23 de mayo, contempla que las exportaciones de carne y otros productos incluyan obligatoriamente información detallada en cada de las etapas del proceso de producción, incluido el lugar de nacimiento del animal, el lugar donde fue criado y donde fue sacrificado.

En un caso extremo, un corte de carne tendría que detallar una etiquera de este tipo: “Animal nacido en México, criado en EE UU y sacrificado en Canadá”. 

Solo en EE UU, el cambio afecta a 7.181 empresas de procesamiento y sacrificio de animales, así como a 4.335 negocios de venta de carne al menudeo. En el 2009, el Servicios de Inspección Sanitaria (FSIS) estadounidense documentó un total de 121.350 versiones de etiquetas de carne de res y pollo expendida en ese mercado. El costo estimado de los cambios a la industria fue valuado por la administración del presidente Barack Obama en un máximo de USD47,3 millones.

“La USDA confía en que estos cambios mejorarán la operación general del programa y colocarán los requerimientos obligatorios COOL en cumplimiento con las obligaciones comerciales de EE UU”, señaló el secretario de Agricultura y ex gobernadorde Iowa, Tom Vilsack.

Pero a nivel doméstico, la dimensión del cambio provocó que el Instituto Americano de la Carne (AMI, por su sigla en inglés) resolviera que la nueva regla es “más costosa, compleja y engorrosa”, por lo cual propuso junto con otras organizaciones como la Asociación Nacional de Ganaderos (NCBA, por su sigla en inglés) , el Consejo Nacional del Pollo (NCC, por su sigla en inglés) y el Consejo Nacional de Productores de Puercos (NPPC, por su sigla en inglés) que la administración Obama buscara un arreglo negociado con México y Canadá para evitar medidas de represalia.

A pesar de la insistencia del sector empresarial estadounidense, la administración Obama ignoró las peticiones, emitió una regla preliminar y abrió un periodo de comentarios para escuchar los puntos de vista de las partes interesadas antes de emitir su regla final del 23 de mayo. 

El Servicio de Mercadeo Agropecuarios (AMS, por su sigla en inglés) del USDA recibió 453 comentarios, además de una petición firmada por 40.000 personas que opinaron que la regla final ofrecía más información a los consumidores. En contraparte, la agencia recibió 476 comentarios en contra, por parte de ganaderos, rancheros, empresas de empaquetado y gobiernos extranjeros.

México y Canadá se pronunciaron en contra de la regla durante la etapa de comentarios públicos. Más aún, el Ministro de Comercio Internacional de Canadá, Edward Fast, y el Secretario de Economía de México, Ildefonso Guajardo, expresaron en una carta su preocupación al Gobierno estadounidense, advirtiendo que las pretensiones del USDA eran contrarias al fallo de la Organización Mundial del Comercio (OMC).

Desde la óptica de México, la intención estadounidense de exigir que el producto cárnico refleje en una etiqueta si el ganado nació en ese país Latinoamericano, implica segregar al ganado mexicano a lo largo de la cadena de producción, lo que resulta en altos costos que son trasladados a los productores e incentiva el uso de ganado estadounidense en la elaboración de productos cárnicos.

“El Gobierno mexicano realiza consultas con la industria para evaluar el daño que se pueda generar con la nueva regla y la impugnará, en coordinación con Canadá, ante las instancias correspondientes de la OMC, con el objeto de que dicho organismo confirme que EE UU no ha dado cabal cumplimiento a sus resoluciones”, señaló una comunicación del gobierno mexicano.

“De confirmarse la violación, México estará en posibilidad de imponer represalias comerciales a EE UU, para lo cual se está considerando suspender beneficios en una amplia variedad de sectores, tales como frutas y verduras, jugos, carne, productos lácteos, maquinaria, muebles y electrodomésticos, entre otros”, añadió.

En el caso de Canadá, la lista de productos que potencialmente serían objeto de la suspension de aranceles incluye el ganado, cerezas, maíz, azúcar de Maple, chocolate, jugo, comidas preparadas, seriales pan, pasteles, papas, jugo de naranja congelado, salsa de tomate, vino, alcohol, artículos de joyería, tubería, aparatos de calentamiento, muebles de madera y colchones, entre otros.
La saga ‘COOL’
Canadá y México invocaron en marzo del 2008 el mecanismos de resolución de disputas de la OMC en relación con los requerimientos COOL para los productos cárnicos, bajo el argumento de que las reglas de etiquetado aprobadas ese año por EE UU representaban una discriminación contra las exportaciones de ganado, eran violatorias de los estatutos de comercio internacional y tenían un propósito proteccionistas.
La OMC dictaminó el 23 de julio del 2012 que las reglas de COOL impuestas por EE UU que afectan la exportación de ganado mexicano y candienses a ese país, eran en efecto discriminatorias y contrarias a los principios de la organización mundial de comercio, además de que no cumplían su objetivo de informar a los consumidores porque no eran lo suficientemente claras en todas las instancias.

El panel de la OMC mantuvo, no obstante, el derecho de EE UU de adoptar sus propios requisitos de etiquetado para beneficios de sus consumidores, pero en forma tal que fueran consistentes con las reglas de la institución. Por ello otorgó al Gobierno de ese país un plazo de 10 meses para modificar las reglas originales.

El 8 de marzo del 2012, el USDA emitió su regla preliminar con su propuesta de modificaciones a las reglamentaciones COOL y abrió el periodo de comentarios. A pesar de la inconformidad de su propio sector empresarial, así como de México y Canadá, la administración Obama decidió instrumentar su regla final a partir del 23 de mayo.

“La nueva regla de COOL es más estricta aún que la medida originalmente impugnada en la OMC y generará mayores distorsiones al comercio. En lugar de eliminar los aspectos discriminatorios, mantiene los incentivos para evitar la compra de ganado importado, lo cual impactará seriamente las exportaciones mexicanas de ganado”, estimó México.

Durante el proceso de comentarios, el sector privado estadounidense había recomendado a la administración Obama establecer un proceso de “secuenciación” con México y Canadá, a fin de dar tiempo a que la OMC revisará la regla para evitar posibles sanciones. La industria estima que las sanciones comerciales de Canadá podrían costar a EE UU más de USD1.000 millones anuales.

No obstante el rechazo del sector privado de EE UU no fue unánime. Organizaciones como el Sindicato Nacional de Granjeros (NFU, por su sigla en inglés) y el Grupo Vigilante de Alimentos y Agua (FWW, por su sigla en inglés) aplaudieron la decisión de la USDA como una victoria para los consumidores interesados en tener información precisa sobre el origen de la comida que consumen.

Roger Johnson, presidente de la NFU, acusó a los opositores de los cambios al estatuto COOL, en especial a los empaquetadores de carne, de rechazar las nuevas reglas porque lucran el mercado de la carne de distintos orígenes y la hacen pasar a los consumidores como si fuera producida en EE UU.
Perspectiva
En espera del analisis de la OMC que determine si la regla final emitida por la administración Obama es consistente con las reglas internacionales de Comercio, México dejó en claro que continuará defendiendo su sector ganadero ante la OMC y, al mismo tiempo, “se mantiene dispuesto a buscar con EE UU una solución conforme al interés nacional y en cumplimiento de las obligaciones internacionales de ese país”.

En el caso de Canadá, que el Gobierno hizo publicar la lista de productos que podrían ser objeto de las represalias comerciales, dejó en claro que no tomará una acción específica contra EE UU hasta que no se emita el fallo de confirmación por parte de la OMC.

Los cambios a COOL eran aplicables a carne de res, pollo, cerdo, cordero, así como a pescados, nueces macademia, ginseng y cacahuates, pero México y Canadá solo reprocharon la sección correspondiente a cárnicos.

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