Resalta el sector privado de EE UU el éxito del TLCAN en el 20ª aniversario

El éxito del TLCAN no se refleja sólo en las cifras comerciales o el aumento de las exportaciones sectoriales, sino en el hecho de que el Acuerdo permitió la creación de cadenas de abasto transfronterizas que reforzaron la competitividad de los tres países en el mercado internacional. http://bit.ly/1a2j0GA

Por: Alfredo Sotomayor Corresponsal de Legiscomex.com Washington    Fundada en Kansas City, Missouri, en 1955, la empresa Western Form Inc, nunca se imaginó que 20 años después de iniciado el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) estaría exportando la mayoría de su producción de estructuras de aluminio ampliamente usadas en la industria de la construcción a los mercados de México y Canadá. “Antes de la entrada en vigor del Acuerdo había un arancel del 10%, lo que representaba una barrera de entrada a Canadá y México. Gracias al TLCAN, el arancel fue desgravado en 5 años”, explicó el gerente de operaciones internacionales Dan Ward. Con el crecimiento atribuido al TLCAN, Western Forms aumentó su planta laboral a 120 empleados y exporta a más de 40 países donde sus estructuras de aluminio ayudaron a la edificación de miles de viviendas. El caso de Western Form Inc, así de otros pequeños y medianos negocios de EE UU, fue puesto como ejemplo de los beneficios del TLCAN por la Cámara de Comercio de Estados Unidos (USCC, por su sigla en inglés), el organismo empresarial más grande del país y del mundo, para el cual el acuerdo comercial es una historia de éxitos, aun cuando enfrenta desafíos derivados de las medidas de seguridad adoptadas desde los ataques terroristas del 2001. Desde el punto de vista del sector privado estadounidense y más allá de las críticas de grupos independientes sobre el impacto del acuerdo entre los agricultores de México, el TLCAN representó una oportunidad de negocios para miles de pequeñas y medianas empresas que se beneficiaron del derrumbamiento de barreras comerciales. La USCC destacó que desde la entrada en vigor del Acuerdo, el primero de enero de 1994, el comercio de EE UU con México y Canadá creció en más del 350%, al tiempo que los dos socios comerciales absorben dos terceras partes de la totalidad de exportaciones estadounidenses. Las exportaciones de EE UU a México ascendieron a USD41.000 millones en 1993, un año antes de la entrada del TLCAN. Pero 20 años después la cifra ascendió el año pasado a USD188.000 millones, de acuerdo con las estadísticas del Departamento de Comercio (DOC, por su sigla en inglés). En el caso de Canadá, las exportaciones estadounidenses fueron de USD100.000 millones en 1993. Para el año pasado, se registraron USD251.000 millones. El total del comercio regional norteamericano se ubicó el año pasado en USD1.2 billones, por lo que el sector empresarial de EE UU estimó que debido a las exportaciones hacia sus dos socios comerciales del TLCAN se generó 14 millones de empleos en el país, de los que 5 millones se derivaron directamente del aumento del comercio generado por el Acuerdo. Sectores En el sector de las manufacturas, el TLCAN es visto por los empresarios estadounidenses como motor de la competitividad sectorial, toda vez que de acuerdo con sus estimaciones coadyuvó a la creación de por lo menos 800.000 empleos en un periodo de 4 años desde su entrada en vigor. México y Canadá adquirieron bienes manufactureros por un valor de USD428.000 millones en el 2011. Patton Electronics, una empresa fundada en 1984 por dos hermanos residentes en Gaithersburg, Maryland, cuando cursaban estudios universitarios, fue presentada por la USSC como otra de las historia de éxito, toda vez gracias en parte al TLCAN lograron penetrar el mercado de México y Canadá con sus exportaciones de productos usados en las telecomunicaciones, como enrutadores, servidores y aparatos de vigilancia móvil. “Antes del TLCAN no teníamos virtualmente ninguna venta a México o Canadá. Pero entre 1992 y 1994 nuestros ingresos por exportaciones a Canadá y México pasaron de USD100.000 al año a más de USD250.000”, señaló su presidente Bobby Patton. Entre el 2000 y el 2011, sus exportaciones a los mercados de sus dos socios norteamericanos pasaron a USD1 millón al año. Frontline Communications, basada en Clearwater, Florida y una de las principales empresas fabricantes de vehículos usados para la transmisión en vivo de noticias televisivas, tuvo una historia similar toda vez que gracias al Acuerdo se incrementaron sus negocios internacionales, incluida la venta de 5 vehículos a Global Network Stations de Canadá y a órdenes de TVA de Montreal y de Televisa de México, la principal generadora de material televisivo en español del mundo. En el sector agropecuario, los empresarios estadounidenses destacaron que el TLCAN ayudó a triplicar las exportaciones a Canadá y quintuplicó las ventas a México. De acuerdo con sus estimaciones, uno de cada 10 acres cultivables en EE UU es dedicado al cultivo de exportaciones agrícolas a sus socios norteamericanos. A 20 años del Acuerdo, Canadá se consolidó como el más grande mercado mundial para las exportaciones de productos agrícolas de EE UU, toda vez que el 60% de las ventas sectoriales al mercado canadiense son granos, frutas, vegetales, así como carnes y derivados cárnicos. En el caso de México, EE UU es el proveedor de las tres cuartas partes de las necesidades agropecuarias del país, en especial de oleaginosas, granos y carnes, que constituyen la mayoría de las ventas al mercado mexicano. En el sector de servicios, los empresarios estiman que las ventas sectoriales a México y Canadá se triplicaron desde 1993, al pasar de USD27.000 millones ese año, a USD82.000 millones en el 2001. El mercado de servicios de EE UU es estimado en USD600.000 millones anuales. Entre los beneficios del TLCAN destacados por los empresarios estadounidenses del sector de servicios figura la mayor transparencia de los marcos regulatorios que permitieron a las empresas de EE UU colocar sus servicios en el campo financiero tanto en México como en Canadá. Perspectivas Desde la óptica del sector privado de EE UU, el éxito del TLCAN no se refleja sólo en las cifras comerciales o el aumento de las exportaciones sectoriales, sino en el hecho de que el Acuerdo permitió la creación de “cadenas de abasto transfronterizas” que reforzaron la competitividad de los tres países en el mercado internacional, lo que se mostró en el contenido estadounidense de las exportaciones de Canadá o México. Los empresarios norteamericanos consideran que el Acuerdo Comercial cumple 20 años pero presenta algunos retos como el hecho de que las fronteras de EE UU con Canadá y México sufrieron un endurecimiento a raíz de las medidas de seguridad adoptadas con motivo de los ataques del 11 de septiembre del 2001 y que en su opinión presentaron el efecto indeseado de elevar el costo de hacer negocios. La USCC sostiene que las negociaciones para la consecución de una Alianza Transpacífica, a la que se sumaron México y Canadá tras no ser socios fundadores, son importantes para el futuro de los socios norteamericanos, toda vez que sería lesivo no incluirlos en aquellos nuevos acuerdos que impacten el comercio global. Aunque la finalización de las negociaciones de la Alianza estaba prevista para el 2012, no han concluido y se proyecta su cierre para el 2014.  “Aunque celebramos el triunfo del TLCAN en su 20ª aniversario, la USCC hace un llamado a los oficiales electos y a los dirigentes de empresas de Canadá, México y EE UU a edificarlo a partir de su base en los próximos años”, señaló la institución. Ciertamente el 20ª aniversario del TLC es una ocasión en la que expertos coinciden que el acuerdo norteamericano está dando señales de no estar actualizado a los nuevos tiempos, por lo que acaso requiere ser modernizado, sin necesidad de reabrirlo de manera oficial, para incluir asuntos como el comercio de datos y las salvaguardas a la protección de la propiedad intelectual. Cuando el TLCAN fue negociado, EE UU y México definieron temas tabú: la migración de trabajadores mexicanos y la apertura del sector petrolero, respectivamente. Veinte años después, el presidente de EE UU apoyó una reforma migratoria con ruta a la ciudadanía y México aprobó el mes pasado un ambicioso proyecto de reforma energética que incluye por primera vez la apertura al capital privado, nacional y foráneo a una amplia gama de proyectos.