jueves, 4 de julio de 2013

Transporte, el acuerdo pendiente entre Colombia y Venezuela

A 14 años de que el Gobierno venezolano decidiera prohibir el paso a los camiones de carga colombianos, ambos países mantienen una zona gris en materia de transporte que obstaculiza, en vez de facilitar, el desarrollo del comercio bilateral. http://bit.ly/13nDTIO


  

El tema de un acuerdo de transporte entre Colombia y Venezuela forma parte de la lista de temas pendientes entre los dos países y estuvo presente en la primera reunión de la Comisión Administradora del Acuerdo de Alcance Parcial (AAP) realizada el pasado 28 de mayo en Caracas, justo un día antes de que el presidente colombiano Juan Manuel Santos recibiera en Bogotá al dirigente opositor venezolano Henrique Capriles y ello provocara un nuevo impasse en las relaciones bilaterales.

El AAP entre Colombia y Venezuela, que entró en vigor en octubre pasado, abrió la oportunidad de negociar varios temas relacionados con el intercambio de mercancías, entre ellos el de un acuerdo de transporte que permita dinamizar los flujos comerciales y elevar la competitividad de los productos de los dos países a través de una estructura de costos más eficiente. 

El director de la Asociación de Logística de Venezuela (ALV), Víctor Montiel, dijo a Legiscomex.comque un acuerdo de libre circulación de camiones de carga entre con Colombia propiciaría una mayor competencia entre las empresas de transportes de ambos lados de la frontera y los costos relativos de los fletes bajarían.

Desde 1999, los camiones colombianos de carga y pasajeros tienen prohibido el paso a Venezuela y viceversa, debido a una decisión unilateral del entonces presidente Hugo Chávez, quien argumentó que la situación de inseguridad en las carreteras colombianas imposibilitaba mantener la libre circulación transfronteriza de transportes terrestres.

Montiel, un experto en logística y en comercio internacional, afirmó que uno de los resultados de la falta de un acuerdo de transporte terrestre es que varias empresas colombianas terminaron por poner sucursales en el vecino país y son las que prestan el servicio de transporte de carga entre las dos naciones, aunque en dos cabezas: los camiones con placas venezolanas llegan a hasta la frontera con Colombia y ahí transbordan la carga a vehículos con matrícula colombiana. Lo mismo ocurre a la inversa.

“Eso hace que suban los costos y que la competencia sea muy limitada porque la mayoría del flujo de carga lo manejan empresas colombianas, es decir, un solo lado, además de que estos transbordos de mercancías en la frontera, por muy eficientes que sean, aumentan el tiempo de tránsito de mercancías”, señaló Montiel, un licenciado en Comercio Internacional por la Universidad Jorge Tadeo Lozano de Colombia y posgraduado en Economía en la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) de Caracas.
Costos
Cuando en 1999 el Gobierno venezolano suspendió el libre tránsito de camiones de carga entre los dos países los costos de transporte de mercancías entre los dos países se incrementaron en 17,8%, según un estudio privado de la época citado por el consultor Carlos Mario Márquez.

El economista y abogado de la Universidad Central de Venezuela (UCV) estimó que en caso de que Colombia y Venezuela suscriban un acuerdo de transporte que permita a los camiones de los dos países transitar en ambos territorios los costos de los fletes terrestres “podrían disminuir en alrededor del 10% debido a que se eliminaría, para empezar, el transbordo de la carga en la frontera, y eso haría que el comercio fuera más fluido”.

De acuerdo con Márquez, el año anterior el comercio bilateral entre Colombia y Venezuela, que ascendió a USD3.089 millones, movió alrededor de 1,8 millones de toneladas, más del doble que en 1999, cuando el flujo binacional de transporte de carga fue suspendido.

“Es posible que un acuerdo de transporte pueda disminuir entre el 1% y el 2% de los costos del comercio bilateral, vía fletes terrestres, lo que nos podría reportar ahorros anuales de entre USD20 y USD40 millones”, aseguró el economista.

Explicó que el transporte terrestre moviliza alrededor del 65% del comercio entre Colombia y Venezuela, mientras que por vía marítima se mueve el 25% y el restante 10% por avión, de acuerdo con el tipo de mercancía.

“Todo lo que hagamos por mejorar la logística del transporte terrestre va a ser en beneficio mutuo, por lo que no hay ninguna duda de que a los dos países les conviene trabajar en un acuerdo de este tipo, en el que prácticamente habría que partir de cero e incorporar normativas de la Comunidad Andina y del Mercosur”, agregó.

Dijo que el acuerdo a negociar debería ser fundamentalmente de transporte terrestre –de carga y de pasajeros-, ya que la carga aérea y marítima ya cuentan con regulación.

Para Montiel, el director de la ALV, el acuerdo de transporte no ha sido un impedimento para que los dos paísesrealicen el comercio pero la falta de una normativa “ha generado distorsiones no deseadas por las partes porque nadie quiere que una mercancía que puede costar 100 termine costando 105”.

“Las distorsiones acaban generando mayores costos y eso lo termina pagando la sociedad, porque eso termina siendo parte del precio, entonces la importancia de lograr estos acuerdos es precisamente hacer más lógica la estructura de costos, hacer más ágil y más eficiente el servicio, de tal manera que los costos finales de toda la cadena de comercio exterior terminen siendo menores”, indicó el experto.

Dijo que este era uno de los temas que debían abordar los gobiernos de los dos países en el marco de las regulaciones pendientes derivadas del AAP vigente desde octubre pasado y el cual fue necesario negociar luego de que Venezuela decidiera salir en el 2006 de la Comunidad Andina (CAN), cuyas normas se aplicaban también al transporte terrestre entre los dos países.
Primer paso
La reunión de la Comisión Administradora del AAP representó el primer paso para transitar hacia los acuerdos y proyectos binacionales –de infraestructura y logística—que están pendientes para dinamizar el comercio.

El intercambio de mercancías entre Colombia y Venezuela aún no acaba de recuperarse de los desencuentros políticos entre los presidentes Álvaro Uribe Vélez (2002-2010) y Hugo Chávez, quien gobernó Venezuela de 1999 hasta el pasado 5 de abril, día en que murió de un cáncer.

En agosto del 2009, Chávez ordenó la ruptura del intercambio comercial bilateral por estar en contra de la firma de un acuerdo que permitía a EE UU utilizar bases militares en Colombia. En julio del 2010, Colombia denunció la presencia de campamentos de la guerrilla colombiana en Venezuela con la complacencia de las autoridades locales y Chávez respondió con la ruptura de las relaciones diplomáticas bilaterales. 

En agosto del 2010, Uribe Vélez concluyó su mandato y su sucesor, el presidente Juan Manuel Santos, se dio a la tarea de restablecer y normalizar las relaciones bilaterales, lo cual generó un nuevo clima de confianza entre las partes que se prolongó hasta el 29 de mayo anterior, día en que el gobernante colombiano recibió a Capriles, quien considera que el mandatario venezolano Nicolás Maduro llegó al poder mediante un fraude cometido en los comicios de abril pasado.

Aunque los dos gobiernos han hecho intentos para poner paños fríos a la polémica derivada por el encuentro Maduro-Capriles, está pendiente una reunión entre Santos y su colega venezolano para superar los malos entendidos y relanzar la agenda bilateral y retomar los temas pendientes, entre ellos el acuerdo de transporte.
Logística
El consultor Márquez señaló que entre los aspectos más importantes a definir por un acuerdo de transporte colombo-venezolano están los pasos fronterizos que se habilitarán; los tipos de vehículos a los cuales se permitirá el ingreso en doble vía (ejes, dimensiones, capacidad de carga); los seguros, que deben ser válidos en los países, y el flujo de personas en el caso del transporte de pasajeros.

“Son aspectos técnicos que requieren, primero, de voluntad política, por lo que deben normalizarse de nuevo las relaciones bilaterales y creo que no habrá problema en comenzar a desahogar estos temas. De hecho, antes del impasse, ya se estaban comenzando a dar los primeros pasos para establecer las líneas sobre las cuales se iba a desarrollar el acuerdo de transporte”, indicó el economista y abogado.

Señaló que otro asunto en el que deben trabajar ambos gobiernos es el de la infraestructura física fronteriza, ya que el estado de las carreteras en ambos lados de la frontera y el de los pasos fronterizos, en especial el de Cúcuta-San Antonio, que es por donde fluye el 75% del comercio binacional, no es el mejor.

“En la zona fronteriza de Santander, Norte de Santander (del lado colombiano) y los estados Táchira, Mérida y Zulia (en Venezuela) las carreteras están bastante afectadas por las lluvias de los últimos años. Por ejemplo, la vía San Antonio-Rubio-San Cristóbal (en Venezuela), hace casi dos años que no se usa para carga pesada. Ahora la carga pasa por la vía Ureña-Colón, una carretera bien arcillosa que se afecta por el tráfico pesado. No ha sido peor porque el comercio ha caído, pero esos casos habría que abordarlos porque requieren una solución pronta. Lo que sí se sabe es que las autoridades de los dos países están sensibilizadas de esto”, dijo Márquez.

2 comentarios:

  1. Es falso que esté prohibido el paso de pasajeros,al contrario,es libre

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  2. Es viejo pero importante por los tranportadores como mi familia nosotros trabajamos y Llevamos sus inmuebles con diligencia y seguridad a todas partes del país e internacionales.

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