lunes, 16 de septiembre de 2013

Termina el paro e inician los acuerdos

Los manifestantes del Paro Agrario y el Gobierno Nacional finalmente llegaron a unos acuerdos que permitieron ponerle fin a los bloqueos de vías y darle paso a la reactivación de las actividades productivas. La congelación de varias normas, la expedición de salvaguardas y la condonación de deudas fueron algunos de los pactos. http://bit.ly/18oVT0X

   
Por: Legiscomex.com 
 
La semana pasada se completaron 20 días de Paro Agrario Nacional y las mesas de diálogo y negociación dieron sus primeros resultados. El viernes 6 de septiembre, los cafeteros y arroceros del Huila acordaron levantar su protesta. Luego, en la madrugada del sábado en Tunja, Boyacá, representantes del Gobierno junto con las delegaciones de campesinos de Boyacá, Cundinamarca y Nariño se comprometieron a ponerle fin a los bloqueos que afectaron varias zonas y sectores económicos del país. 

Finalmente, el domingo 8 de septiembre, en Popayán, el vicepresidente Angelino Garzón, los gobernadores de Cauca, Nariño, Putumayo, Guaviare, Meta, Tolima y Huila, y los voceros de la Mesa Nacional Agropecuaria y Popular de Interlocución y Acuerdo (MIA), junto con los representantes campesinos de 17 departamentos del país, firmaron un acta en el que acordaron finalizar el paro nacional, levantar todos los bloqueos y negociar en la mayor brevedad posible puntos que quedaron pendientes con la Comisión de Alto Nivel que será nombrada por el Gobierno. 

¿A qué acuerdos llegaron?

Después de días de diálogos, peticiones y negociaciones, el Gobierno Nacional y los sectores agrícolas manifestantes llegaron acuerdos en las diferentes mesas de negociación que se instauraron durante las protestas. Algunos de los principales compromisos fueron: 

  • Se congeló la norma ICA 970 del 2010, que penalizaba a los campesinos que no utilizaban en cada siembra semillas certificadas, sino que reutilizaban las de su propia cosecha.

  • El Gobierno Nacional expedirá las salvaguardas, por el término de dos años, para la importación de papa fresca, precocida y congelada; cebolla cabezona, fríjol, arveja, tomate, pera, leche en polvo, quesos frescos y lactosueros de los países de CAN y el Mercosur.

  • El Ejecutivo, además, se comprometió a aplicar las condiciones y tratamientos especiales en los acuerdos comerciales futuros para la protección de los productos antes mencionados.

  • En el Huila, también se logró un acuerdo con los manifestantes que contempla condonar deudas de hasta USD10 millones con corte al 31 de diciembre del 2012.

  • Por otro lado, entre los acuerdos logrados entre el Gobierno y los camioneros, quienes también estaban en paro, se determinó congelar el precio del ACPM en lo que resta del año, es decir, hasta el 31 de diciembre.


  • Es claro que con estos acuerdos, no solo se demostró el poder de movilización y convocatoria que tiene el sector agrícola en Colombia, también se reconoció el abandono histórico del campo, de sus políticas y de su gente. 

    Rafael Mejía, presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC), dijo que con estos acuerdos se buscarán las soluciones que necesita el campesinado colombiano. “Con este pacto se combatirán los grandes problemas que afronta el sector actualmente: precios bajos para los productores, unos insumos que pesan mucho dentro de los costos de producción, unas amenazas de los TLC que si bien no son del todo ciertas, han creado una incertidumbre sicológica. Eso sumado al contrabando”. 

    Por su parte, Mauricio Reina, economista de la Universidad de los Andes e investigador de Fedesarrollo, en entrevista para Legiscomex.com reconoció que este paro dejó muchas enseñanzas pero él destaca dos: “primero, se confirma una vez más que la política agrícola de Colombia está mal planteada, tenemos un modelo de desarrollo agropecuario que no satisface ni los intereses de los campesinos, ni los del país. La segunda conclusión, es que no le sirve ni al Gobierno, ni al país, dictar políticas y presupuestos a partir de actos de fuerza de la sociedad. El inicio de este proceso se dio en el primer semestre cuando el Gobierno hizo una negociación con el sector caficultor a partir del primer paro y eso abrió la puerta para que de la misma manera todo el sector campesino solicitara ayudas y apoyos”, afirma.
       
     
    El Paro y los TLC

    Gran parte de los campesinos de Colombia argumentan que son los tratados de libre comercio (TLC), los principales causantes de la situación en la que se encuentran. Según César Pachón, vocero de la delegación de los papicultores, los nacionales no tiene cómo competir internacionalmente, pues los costos de producción son mucho más elevados. “Aquí no hay un estudio de mercado, no hay unos precios de sustentación, los costos de los insumos son muy altos, por ejemplo, un bulto de abono en Colombia cuesta cerca de 80.000 pesos (COP), mientras que en los países vecinos vale COP20.000, entonces es claro que producir y traer un kilo de comida de otro país es más barato que comprarlo acá”, sostiene.

    Y lo que pasa es que los efectos de esta apertura comercial van más allá de los TLC. Los campesinos nacionales no tienen la infraestructura adecuada para sacar de las fincas su producción, la mano de obra es bastante costosa y a ello se le suma los excedentes agropecuarios que son subsidiados. 

    “Esta política arrancó con la apertura a las importaciones de César Gaviria. Por ella desaparecieron cerca de un millón de hectáreas de cultivos transitorios (algodón, trigo, cebada, sorgo, soya, maíz, granos) que nunca se recuperaron. Si el resto del agro no colapsó fue porque se mantuvieron aranceles de protección en arroz, cárnicos, lácteos, oleaginosas, papa, azúcar y hortalizas, los mismos que vienen desapareciendo con los TLC suscritos y la Alianza del Pacífico”, dijo el senador Jorge Robledo en una columna para el periódico El Tiempo. 

    No obstante, para Reina los TLC no son los causantes de la crisis agrícola, pues las importaciones en el último año no aumentaron considerablemente y la mayoría de las desgravaciones arancelarias pactadas están para 5, 10 y hasta 15 años. “Sí fueran los TLC los causantes de la crisis, la culpa recaería directamente en la cantidad de importaciones. Pero vemos que durante este año las importaciones del sector agropecuario no han aumentado ni un 1%. Más aún cuando se revisa la proporción de las compras internacionales frente a la producción nacional para los sectores más importantes de este paro, nos damos cuenta de que en el caso de la papa las importaciones no representan ni siquiera el 1% de la producción nacional; en el de la leche ni el 3%, y en el del arroz ni el 5%. Si fueran los TLC el problema, estas importaciones deberían ser mucho más grandes a la producción nacional, y una producción nacional que no pueda hacer frente a estos niveles que acabo de mencionar, es una producción que tiene serios problemas de productividad”, aseveró el economista a Legiscomex.com


    El Pacto Agrario

    El pasado 19 de agosto inició esta huelga que fue convocada por el sector agrícola colombiano argumentando una desatención del Estado, sobre costos en los precios de los insumos para la agricultura, contrabando, y falta de competitividad del campo ante los TLC y las importaciones de productos. 

    Después de días de negociación, el presidente Juan Manuel Santos, celebró los acuerdos pactados y el fin del paro nacional, reconociendo esta lucha. "Esta protesta de los campesinos colombianos es legítima y válida, y hay circunstancias difíciles que tienen que ver con la cantidad de problemas que se han venido acumulando a través de décadas" dijo. 

    Para acercarse a la ciudadanía, buscar la paz y, de paso, mejorar su golpeada imagen que reveló la última encuesta de favorabilidad, el mandatario incluyó dentro de su plan de choque, el cambio de gran parte de su gabinete ministerial. Los representantes de las carteras del Interior, Energía, Ambiente y Agricultura fueron reemplazados. 

    A su vez, el presidente anunció la conformación del Pacto Agrario, que pretende mediante la discusión pública, el intercambio de conocimientos y tecnologías, la divulgación de información, la promoción del avance científico y tecnológico, y la formulación de propuestas al Estado. Esta propuesta busca agrupar a los diferentes representantes del gremio para construir una serie de políticas que ayuden a mejorar la crisis estructural del campo. 

    “Para lograr un pacto incluyente en el que quepamos todos es necesario que participen los actores interesados en una política agraria de Estado representados por los gremios: agropecuarios, industria, servicios, comercio y financiero, entre otros. También líderes de las organizaciones y de los recientes paros agrarios”, así lo afirmó el presidente de la SAC mediante un comunicado de prensa, al señalar que dicho acuerdo debe garantizar a todos la posibilidad de participar para definir soluciones definitivas a los problemas estructurales del agro.

    También, Mejía agregó que esta propuesta “debe reconocer las distintas dimensiones de la política de desarrollo agropecuario y rural, sus atributos e incorporar los ajustes institucionales que sean necesarios para responder a los retos sectoriales”.

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