viernes, 20 de septiembre de 2013

Pactan Maduro y Santos agilizar comercio para conjurar crisis internas

Los presidentes de Venezuela y Colombia pactaron un insólito acuerdo de intercambio comercial que ayudará a los dos mandatarios a enfrentar sus respectivas crisis políticas internas y a poner fin al diferendo diplomático que los mantenía distanciados desde junio pasado. http://bit.ly/1aaEBb9

   


Por: Emiliano Corona
Especial para Legiscomex.com
Caracas 
 
La complementariedad económica entre Venezuela y Colombia tiene una dimensión política que en estos días se ha puesto en evidencia con una fuerza inusitada: mientras el presidente Nicolás Maduro es sometido a una intensa presión social por la escasez de alimentos y productos de primera necesidad, su colega colombiano Juan Manuel Santos enfrenta una severa crisis generada por las protestas y movilizaciones campesinas en 16 de los 32 departamentos del país, lo que hizo caer su favorabilidad a 21% este mes, según una encuesta de Gallup.

En medio de las adversidades, ambos gobernantes lograron un acuerdo en beneficio mutuo que, al menos en el papel, apunta a aquietar las turbulencias políticas que enfrentan sus gobiernos. El convenio, anunciado el pasado jueves 12 de septiembre, prevé que agricultores colombianos abastezcan a Venezuela de productos básicos –como leche, carne, aceite y huevos— por USD600 millones.

“Es un acuerdo de ganar-ganar, en el que Venezuela puede ver aliviado su problema de desabastecimiento y Colombia puede reactivar su debilitado agro”, dijo a Legiscomex.com el abogado y analista político José Amado Mejía Betancourt.

De acuerdo con el doctor en Derecho por la Universidad de París II, Maduro tiene la necesidad de dar una solución rápida al problema del desabastecimiento, ya que en tres meses más, el 8 de diciembre entrante, se realizarán elecciones para elegir a los 335 alcaldes del país y más de 2.500 concejales que manejarán los gobiernos locales durante el periodo 2013-2017.

Santos, por su parte, enfrenta un movimiento nacional de campesinos inconformes por el abandono histórico que ha sufrido el agro colombiano y su respuesta inicial, que consistió en minimizar y descalificar las protestas, hizo caer su popularidad en 21 puntos porcentuales entre junio pasado y este mes. Ante este golpe de imagen, el presidente optó por la negociación y por dar respuestas a los productores agrícolas, y una de ellas fue el acuerdo con Venezuela.

El mandatario colombiano explicó que Venezuela comprará a su país 40.000 toneladas de leche en polvo, 60.000 cabezas de ganado en pie, 42.000 toneladas de carne, 6.000 toneladas de mantequilla y margarina, 20.000 toneladas de aceite de palma y 32.000 cajas de huevos por lo que resta de este año, lo cual haría crecer en 20% el comercio bilateral con respecto a los USD3.089 millones que alcanzó en el 2012.

Maduro dijo en cadena nacional que necesita todo el apoyo de Santos “para garantizarle a Venezuela un abastecimiento absoluto de todos los productos”.

Para Mejía Betancourt, las crisis políticas que enfrentan los dos presidentes jugaron a favor de un arreglo y sirvieron “para dar por finalizado” el diferendo diplomático binacional que estalló el 29 de mayo anterior, cuando Santos recibió en Bogotá al líder opositor venezolano Henrique Capriles, quien considera a Maduro un gobernante ilegítimo que llegó al poder mediante un fraude cometido en los comicios presidenciales de abril pasado.
Las dudas
Luego de conocerse el acuerdo, empresarios en ambos lados de la frontera expresaron dudas acerca de su implementación, debido a los problemas de divisas y de control del mercado cambiario que tiene Venezuela y al retraso en los pagos a los proveedores colombianos, a quienes se les adeudan unos USD200 millones. 

Para disipar las dudas, el embajador de Venezuela en Bogotá, Iván Rincón Urdaneta, sostuvo reuniones con productores agrícolas colombianos a quienes aseguró que existe un compromiso por parte del Gobierno de su país para garantizar los pagos y los trámites aduanales, a fin de que este mismo mes comience a fluir el abasto de alimentos. 

El ministro colombiano de Hacienda, Mauricio Cárdenas, quien se reunió en agosto anterior en Caracas con su homólogo venezolano Nelson Merentes, señaló que se han adelantado pláticas sobre medios alternativos de pago. “No tenemos que recurrir exclusivamente a las llamadas monedas duras (al dólar), podemos utilizar nuestras propias monedas”, dijo.

El presidente de la Cámara de Integración Económica Venezolano Colombiana (Cavecol), Luis Alberto Russián, confió en que se agilizarán los mecanismos de pago a los proveedores colombianos, en especial para las nuevas compras, ya que “están vinculados a compras gubernamentales y son para satisfacer la demanda interna y aliviar la escasez”.
Problema de fondo
   
 
Según cifras del Banco Central de Venezuela (BCV), la escasez de alimentos en agosto pasado llegó al 19,2%, lo que significa que uno de cada cinco productos comestibles que buscan los consumidores no está en el mercado. Este porcentaje duplica al registrado hace un año.

Además, 16 alimentos de primera necesidad tienen "serios problemas de desabastecimiento" porque su escasez rebasa el 41%. La leche líquida no se encuentra en 81,5 de cada 100 comercios, el aceite de maíz en 86,6, la margarina en 64,7 y el papel higiénico en 70,8, según el reporte del BCV.

El agudo desabasto obedece a que la industria local depende de que la oficial Comisión de Administración de Divisas (Cadivi) apruebe los montos de dólares que requieren para importar insumos y materias primas, mientras que las empresas importadoras de productos básicos enfrentan el mismo problema.

Con una economía estancada y un déficit fiscal que el año anterior estuvo entre un 15% y un 20% del Producto Interno Bruto (PIB), Venezuela enfrenta un severo problema de liquidez que le impide contar con las divisas suficientes para hacer frente a las importaciones, a pesar de los altos precios internacionales que alcanza el petróleo, su principal producto de exportación.

Solo la empresa Polar, líder en la producción de alimentos básicos en Venezuela, reportó que al 11 de agosto anterior debía a sus proveedores en el extranjero USD167 millones por la falta de acceso a divisas, sometidas a un severo control oficial desde el 2003.

El diferencial entre oferta y demanda ha llevado la inflación a niveles que figuran entre los más altos del mundo. Durante los primeros ocho meses del año, el alza general de precios acumuló un avance del 32,9% y del 42,4%, en el caso de los alimentos.

Las reservas internacionales del país llegaron este lunes 16 de septiembre a USD21.989 millones, lo que significa un descenso del 26% en el transcurso de este año y el más bajo nivel desde el 2004. Más de las dos terceras partes de las reservas se encuentran en barras de oro, que ha perdido un valor de más del 20% durante el último año. Según analistas económicos, las reservas en efectivo solo alcanzan unos USD2.000 millones, lo que obliga al Gobierno a restringir su oferta de moneda extranjera, a través del Cadivi.
Buen acuerdo
El abogado Mejía Betancourt comentó que en un contexto económico tan complicado como el que vive Venezuela, el acuerdo de abastecimiento logrado con Colombia le podría dar un respiro al Gobierno de Maduro y hacer descender el nivel de escasez de aquí a las elecciones de diciembre.

“Creo que aquí el que más sale ganando es Maduro, pero también hay una ganancia para Santos, que puede aparecer ante los productores agrícolas que le paralizaron el país hace unas semanas como un presidente preocupado por buscar mercados externos para sus productos”, añadió el analista.

Russián, por su parte, aseguró que el acuerdo alcanzado por los dos gobernantes reactivará el comercio bilateral, que ha sufrido una caída del 8% durante los primeros ocho meses de este año con relación al mismo periodo del 2012. “El comercio se puede recuperar con las compras que hará el Gobierno”, dijo el presidente ejecutivo de la Cavecol.

El intercambio comercial entre Colombia y Venezuela llegó a USD6.092 millones en el 2008, una cifra que desde entonces no ha podido ser superada, debido a las cíclicas crisis diplomáticas entre ambos países. Para el 2010, el intercambio se desplomó a USD1.423 millones, año a partir del cual comenzó a recuperarse. En el 2012 se ubicó en USD3.089 millones.

Los USD600 millones que vendería Colombia a Venezuela en productos básicos como parte del acuerdo entre Maduro y Santos contribuirían a dinamizar un intercambio que, según coinciden todos los analistas económicos, está muy por debajo de su potencialidad.

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