La etiqueta ecológica es uno de los mecanismos con los que cuenta la Unión Europea para promover el uso de productos amigables con el medio ambiente. En el caso de las empresas, esta es una llave que abre mercados. http://bit.ly/IsRAgq
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Adquirir productos que reduzcan los efectos ambientales adversos se ha convertido en una prioridad para buena parte de los consumidores de la Unión Europea (UE). Este interés ha sido promovido por las autoridades ambientales de la Unión y de los Estados Miembros, mediante la creación de la Etiqueta Ecológica Europea (EEE), que hace parte del Plan de Acción Comunitario de Producción y Consumo Sostenible, y la Política Industrial Sostenible de la UE.
La EEE fue creada en 1992 y ha sido objeto de dos revisiones. La primera en el 2000 con el Reglamento 1889, que fue derogado y sustituido por el Reglamento 66/2010 del Parlamento Europeo y del Consejo del 25 de noviembre del 2009, que se encuentra vigente. Además de fomentar la fabricación de productos que no perjudiquen el medio ambiente, esta etiqueta también permite que las empresas puedan exaltar sus virtudes ambientales frente al consumidor, promoviendo la adquisición de artículos que la posean y no los que no cuentan con ella.
Características
Según información del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente de España, la EEE es una etiqueta de tipo I, que tiene las siguientes características:
Además, puede concederse a productos que cumplan determinados requisitos medioambientales, como por ejemplo que contribuyan significativamente a mejorar aspectos ecológicos relacionados con las interacciones del producto con el medio ambiente durante su ciclo de vida, incluido el uso de energía y de recursos naturales. Así mismo, los criterios de la EEE se establecen por categorías de producto y se basan en las perspectivas de penetración de un bien en el mercado, la viabilidad de las adaptaciones técnicas y económicas necesarias, y el potencial de mejora del medio ambiente. Quien instituye, evalúa y revisa estos criterios es el Comité de Etiqueta Ecológica de la Unión Europea (Ceeue) y se publican en el Diario Oficial de la UE. Hasta el momento, se han determinado criterios para cerca de 30 categorías de productos y servicios entre los que se encuentran pinturas y barnices de interior y exterior, calentadores, fuentes luminosas, computadores personales, computadores portátiles, televisores, detergentes para ropa, detergentes para lavavajilla, limpiadores multiuso, lubricantes, colchones, papel impreso, revestimientos textiles, calzado, servicios de alojamiento turístico y servicios de camping, entre otros. No obstante, es importante tener en cuenta que alimentos, bebidas, productos farmacéuticos, algunos dispositivos médicos y las sustancias o preparados clasificadas como peligrosas según la UE, están excluidos del ámbito de aplicación del reglamento.
Cómo obtener la etiqueta
De acuerdo con las Autoridades Ambientales de la UE, antes de solicitar la EEE, los empresarios deben tener en cuenta que esta solo se le concede a productos que representan un volumen significativo de ventas y comercio en el mercado interior; tienen un impacto ambiental importante; presentan un potencial para mejorar el medio ambiente, a través de la opción de los consumidores, y destinan buena parte de su volumen de ventas al consumo final.
La Etiqueta Ecológica puede ser solicitada por el fabricante, importador, prestador de servicios, comerciante o minorista, quien para tal fin debe presentar una “solicitud de atribución” a la autoridad competente designada por el Estado miembro en el cual se fabrique, se comercialice por primera vez o se importe el producto de un tercer país. Después de que dicha autoridad competente evalúe si el producto cumple con los criterios de la EEE, comunica a la Comisión Europea su decisión de conceder la etiqueta y esta la publica en la web. Posteriormente, la autoridad del Estado celebra un “contrato tipo” con el solicitante sobre las condiciones de utilización de la etiqueta. Toda solicitud de concesión de etiqueta ecológica está sujeta al pago de un canon, al igual que la utilización anual de la misma. Los productos a los que se les asigne una EEE se reconocerán por su logotipo.
Según información de la UE, el gravamen anual que debe pagar la empresa, corresponde al 0,15% del volumen de ventas que cada año se efectúen del producto, con un límite de EUR25.000 por cada categoría o solicitante. No obstante, existen descuentos de hasta un 25% si el solicitante es una Pyme o si procede de un país en desarrollo.
Ecoetiqueta en cifras
El número de licencias solicitadas para la utilización de la EEE se ha incrementado gradualmente desde su creación hace ya más de 20 años. Según la información más reciente más reciente de la UE, existen en el mercado más de 17.000 productos que cuentan con la etiqueta. Solo en 2011 fueron concedidas alrededor de 1.300 licencias.
El mayor grupo de productos que cuentan con la etiqueta ecológica es el de revestimientos de madera con cerca del 33%, seguido por pinturas y barnices, con el 14% y productos para la limpieza, con el 10%, entre otros.
Italia es el país que más ecoetiquetas ha concedido con el 50%. Le siguen Francia, con el 22% y Reino Unido, con el 9%.
Criterios ecológicos para la aplicación de la EEE por grupo de producto
Bricolaje
Complementos del hogar
Equipamiento electrónico
Jardinería
Limpieza
Lubricantes
Muebles
Otros complementos del hogar
Papel
Recubrimientos suelos
Ropa
Servicios
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jueves, 28 de noviembre de 2013
Etiqueta ecológica, pasaporte de ingreso a la UE
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