jueves, 22 de mayo de 2014

Yo sé que el Estatuto Aduanero no es perfecto: Ortega

Corrupción, institucionalidad y nuevo Estatuto Aduanero, fueron los temas principales que abordó el director de la Dian, Juan Ricardo Ortega, durante el pasado Foro Nacional de Importadores de Analdex. Este es un recuento realizado porLegiscomex.com con las principales afirmaciones del controvertido funcionario. http://goo.gl/uhDQSO



Por: Legiscomex.com 
“No es suficiente con que nosotros perfilemos riesgos, no es suficiente con que nosotros seamos capaces de luchar contra el delito más fuerte que es el contrabando. Esto requiere repensar instituciones, requiere adicionalmente repensar las competencias y capacidades del Estado y la voluntad política de las partes. Requiere que uno esté dispuesto a tener un Estado que sea capaz de hacer operaciones encubiertas efectivas”, esta fue una de las frases iniciales con las que el director de la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales, Dian, Juan Ricardo Ortega, intervino durante el pasado VI Foro Nacional de Importadores de Analdex, realizado en la ciudad de Bogotá.

Entre los temas abordados por el funcionario, destacó que el gran problema del país es la corrupción y a su vez la desconfianza por las entidades del Estado. Sin embargo, recalcó que para poder erradicar esos dos puntos es necesario que la comunidad, el Gobierno y esta entidad vigilante trabajen en conjunto. Así mismo, calificó de “necesaria” la reestructuración de la institucionalidad y la implementación de trabas para impedir que ilegales ganen terreno.

En este último tema, el director de la Dian manifestó su preocupación por el riesgo y las consecuencias económicas que puede tener la injerencia de los grupos armados al margen de la ley en el comercio con sobornos y vacunas. “Con esto, lo que quiero decirles es que es un riesgo real. Creo que cometemos un error grande si no nos unimos para solucionarlo pronto. Las soluciones son factibles pero requieren de voluntades, de coordinación y de la capacidad de ustedes para ayudar a que se genere un marco de opinión para las reformas que este país requiere en un corto plazo”.

Y agregó “Yo creo que Colombia tiene que entender que ese en un riesgo que está ahí. Yo no digo que eso vaya a suceder, ni que está sucediendo, pero hay alertas y es torpe aquel que no ve la historia y que no ve los problemas. Entonces, sí es urgente que se generen los consensos para trabajar de manera mancomunada en repensar la institucionalidad. Con eso no estoy diciendo que haya buenas y malas entidades, pero es claro que la estructura institucional colombiana es inoperante para los retos que tenemos. Ahí es en donde pueden contar con nosotros, con ese poquito que queremos empujar a través del Estatuto”. 

Ortega, reconoce que el Estatuto Aduanero propuesto no es el mejor, pero argumenta que es un compilado de la mayoría de las sugerencias recibidas durante los últimos años. “Yo sé que el Estatuto no es perfecto, es difícil hacer una norma perfecta, pero llevamos varios años escuchándolos y tratando de introducir todo lo que las muy mixtas y variadas opiniones plantean y por eso es difícil lograr unanimidad. No se le puede pedir a una aduana que no controle, esa es su única razón de ser. Con esto no estoy diciendo que no haya un equilibrio entre facilitar y controlar, lo que yo creo es que el control es la esencia de la facilitación y en eso puede ser que tengamos diferencias ideológicas. A lo que quiero llegar es que, el día que uno sepa quién es quién, uno sabrá cómo tratar a cada cual. El problema de la aduana es que no tiene la menor idea de quién es quién y hace el perfilamiento con base en el producto declarado en el documento de transporte, entonces, si alguien dice ‘ositos de peluche’ es un amigo, si alguien dice ‘M15’ ese es un ampón. El único fulano que escribe ‘M15’ es porque es un empresario serio y honesto, y el que dice ‘ositos de peluche’ puede ser cualquiera. Es bastante ridículo que uno haga perfilamiento basado en una cosa que le dice alguien que uno ni siquiera sabe quién es. Yo creo que el perfilamiento se tiene que volver el debate esencial”. 

Dicho lo anterior, Ortega agregó que se tiene proyectado hacer un sistema nuevo que le facilite a las aduanas hacer estos procesos, aunque reconoció que ese tipo de planes para el sector público difícilmente funcionan. “Decirles a ustedes que vamos a hacer un nuevo sistema para algo en el sector público es razón suficiente para que se dé un abucheo masivo o para que se tiren al piso muertos de la risa. Nadie, nunca en Colombia ha logrado hacer un sistema que funcione en una entidad pública de la parte política en esta materia. Yo llevo 17 o 18 años en esta vaina y no hay uno”. 

No obstante, mencionó que a pesar de los obstáculos ya se está buscando el asesoramiento de importantes entidades para que se encarguen de desarrollar y llevar a cabo esta idea. “¿Quién es capaz de hacer un sistema que funcione en el sector público? El Banco de la República, por ejemplo, ellos son capaces porque son una institución con ingenieros becados, con doctorados, preparados, que duran 20 años trabajando en el mismo lugar, donde los directores duran el tiempo suficiente para garantizar que las cosas se hagan. Mientras que la vida esperada para un director de la Dian es como de seis meses, un año o dos años máximos, y sus directores de sistemas son de menos tiempo. Nadie hace un sistema que funcione en un año y menos una cosa tan compleja como la aduana”. Ortega, además de nombrar al Banco de la República, mencionó que también fueron consultadas importantes entidades como Empresas Públicas de Medellín (EPM) y Grupo Energía de Bogotá (ISA), pero fue XM Expertos de Mercados, con la que hasta el momento se está negociando la realización del proyecto. 

Por otro lado, el funcionario público habló de los hechos de corrupción que salpican a la entidad. Según Ortega, el abuso y la persecución de la Dian no es producto necesariamente de sus funcionarios, y mucho menos de que la norma actual sea de anti facilitación o sancionatoria, para él “el problema es que tenemos un negocio de más de USD100 millones en sobornos de automáticos con el que los ampones pueden fluir organizadamente por el sistema administrativo nacional. Ese problema no se soluciona fácilmente dentro de la casa porque USD100 millones es mucha plata y uno no va a pelear contra eso con las uñas, se requiere que haya voluntad de construir un sistema en otra parte, bajo otras reglas, con otra gente y con una rendición de cuentas diferente, y por eso el nuevo Estatuto”. Y añadió, “permítannos unas nuevas reglas de juego y hagamos una administración en procesos, procedimientos y rendición de cuentas, que eso es lo que produciría el sistema, algo que nos garantice, por lo menos, saber quién hizo qué, cómo lo hizo, cuándo lo hizo y qué no hizo. Condición necesaria previa a cualquier cosa adicional que se quiera”. 

Pero el director de la Dian no solo intentó convencer a los asistentes sobre la viabilidad del nuevo Estatuto Aduanero y sus sistemas, sino que también buscó abrir un espacio de interlocución con los mismos empresarios para solucionar sus dudas e inquietudes. “En la parte de las angustias que ustedes tienen sobre el régimen sancionatorio del nuevo Estatuto, nosotros no queremos, ni buscamos, y yo soy alérgico a las arbitrariedades, cometer un abuso de poder. No obstante, yo entiendo el susto que implica tener una norma en blanco. Lo que le planteamos al Ministerio de Comercio, Industria y Turismo es una alternativa y se las comentamos un poquito a ustedes: es ridículo tener actos exigibles que no se puedan sancionar y hay algunos actos exigibles que es importante que se sancionen y que no se pueden tipificar porque es imposible hacer una taxonomía completa, porque siempre va a quedar faltando algo y porque la gente es creativa. Que la norma esté en blanco no es malo per sé, el problema es que no confiamos, ustedes no confían en que nosotros vamos a hacer lo que tenemos que hacer. Pero, ¿cómo podemos construir esa confianza? La confianza no es gratis, se logra con hechos. La definición de cuándo esa norma en blanco da pie a una sanción es cuando se pueda juzgar y demostrar que se limitó la capacidad de control en algo que era relevante controlar, y que la decisión de sancionar queda siempre en potestad de ser reevaluada por la cabeza directiva de la entidad”. 

Finalmente, acotó el tema de las sanciones explicando cómo se está planteado el tema de cobro y definición de porcentajes por castigo. “Esas sanciones en blanco tienen que tener un monto, un tope en porcentaje y en valor, y el menor de los dos es el que debe primar, de tal manera que sea una sanción bajo condiciones justas que delimite y permita un buen juicio por parte de las directivas de la entidad. Ya es cuestión de ustedes si dejan o no nombrar directivos que sean unos payasos”.

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