jueves, 8 de mayo de 2014

Producción desmesurada y no controlada en Casanare, origen de la catástrofe ambiental

El episodio ocurrido en el Departamento del Casanare asombró a todo el país, las imágenes de chigüiros y terneros buscando entre el barro un poco de agua para sobrevivir hicieron cuestionar a la población sobre quiénes fueron los causantes de dicha catástrofe ambiental. http://goo.gl/FtcXTt





Por: Legiscomex.com 
 
En el mes de marzo del presente año se dio a conocer a través de los medios de comunicación los fuertes efectos de la sequía que se ha venido presentando desde diciembre del 2013 en el Departamento de Casanare (Colombia), el saldo fue más de 20.000 animales muertos y 45.395 hectáreas deflagradas, según cifras de la Corporación Autónoma Regional de la Orinoquía (Corporinoquía), la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres de Colombia (Ungrd) y el Instituto Humboldt.

Los municipios de la Orinoquía colombiana, en donde más se afectaron los pastos, cultivos, acuíferos y fauna silvestre en el periodo de sequía, desde diciembre del 2013 a abril del 2014, fueron en su orden Orocué, con 15.508 hectáreas; Yopal, con 12.823 hectáreas, y Paz de Ariporo, con 4.422 hectáreas. Este último, según cifras oficiales de la Ungrd, fue donde más animales murieron: 8.382 chigüiros, 12 venados, 4 osos, 232 vacas y terneros, 7 caballos, 51 babillas (caimanes), 36 cerdos, 36 tortugas (galapagas), 3 armadillos, 1 chulo, 2 guio negro, 6 iguanas y 473 peces.

Este aterrador panorama llevó a la Fiscalía General de la Nación a abrir un proceso para investigar las causas y/o responsables de esta catástrofe ambiental, el Gobernador del Casanare, Marco Tulio Ruíz, fue llamado a rendir indagatoria sobre las medidas que tomó apenas se generaron las alertas tempranas que indicaban el inicio de la emergencia. Así mismo, fue llamado el alcalde de Paz de Ariporo, Edgar Bejarano, y se tomaron informes de la crisis que estaban en la sede de Yopal de Corporinoquia, como material probatorio luego de una inspección judicial realizada al lugar.
La Problemática
Mientras las investigaciones avanzan, dos institutos del país han emitido sus conceptos técnicos y declaraciones donde listan las posibles causas y responsables del desastre ambiental, el Instituto Geográfico Agustín Codazzi (IGAC) y el Instituto Humboldt. El primero, considera que hay cinco factores que pueden ser los causantes y los tituló “los 5 pecados”:

  • Los cultivos agrícolas y el pastoreo en zonas del páramo, este es un factor que se encuentra fuera de la zona de la catástrofe, pero que según las investigaciones del IGAC puede llegar a afectar al Casanare, ya que es la zona donde nacen los ríos que alimentan la Región. En el Páramo del Cocuy, al analizar los suelos, se observó que la cobertura vegetal nativa fue reemplazada por cultivos de papa y cebolla, lo que significó un cambio en el ecosistema que tenía la función vital de captar y almacenar el agua con la que se alimentan los ríos, por ello estos recursos acuíferos en Casanare han reducido su caudal, aseguró el IGAC. 
  • La excesiva ganadería, ya que compacta los suelos (cierra los poros existentes en la tierra) y obstruye la capacidad de infiltración de aguas lluvias, lo que vuelve árido y erosivo el terreno. Según el informe, el 44% de las hectáreas (ha) (1.952.778 ha) del departamento están sobre utilizadas en la actividad de levante de ganado bovino. Adicional a lo anterior, está la tala del Bosque de Galería para uso de los habitantes.
  • La escasa capacidad de retención de humedad de los suelos, en esta región de la Orinoquia la temporada de lluvias es de mayo a septiembre y la precipitación (cantidad de lluvia) es relativamente buena de 2.150 milímetros (mm) al año, al ser de 200 mm en un desierto, 3.000 mm en promedio en las zonas próximas al Golfo del Darién y con un máximo de 10.000 mm.

    Pero los suelos del Casanare no retienen agua, se alteró el ecosistema y no se guarda este líquido vital para la época de sequía, que se puede considerar desde octubre hasta abril, donde el primer trimestre es la más severa.
  • La actividad petrolera, por su posible afectación a los acuíferos subterráneos, donde la exploración y explotación del llamado “oro negro” requiere de un caudal de agua para su adecuada puesta en marcha, que se traduce en la disminución de la capacidad de reserva de este recurso no renovable ubicado al interior de la tierra.
  • La agricultura, por realizarse pasando la capacidad que realmente tienen los terrenos, es decir que “los habitantes de la región han realizado un aprovechamiento desmesurado de los recursos naturales para cultivos”, según lo indicado por la entidad.

    Por su parte, la directora del Instituto Humboldt, Brigitte Baptiste, en declaraciones oficiales afirmó que “el avance de la ganadería y los cultivos de arroz en el piedemonte llanero están reduciendo los caudales de agua que llegan a Casanare”.
  • La exploración y explotación petrolera
       
     
    Para aclarar esta situación y poder llegar a las causas de la tragedia, Legiscomex.com contactó a un experto en la actividad petrolera y conocedor de la región, quien en sus declaraciones afirmó que “tanto la actividad petrolera, pecuaria, agrícola y la sedimentación de los suelos son las causas de esta catástrofe ambiental”, pero enfatizó que la corrupción existente en el Gobierno del Departamento es uno de los factores principales que permitió el alto grado de afectación al que se llegó.

    En el caso de la actividad petrolera, el experto explicó que es en la fase de exploración donde más afectación se genera, ya que para buscar el petróleo se deben realizar explosiones en una determinada área para generar ondas acústicas en el subsuelo, que se reciben en la superficie a través de aparatos especializados que permiten diagramar la información sobre cómo se encuentra el interior de la tierra y así, a través de la geología, se determina en dónde hay “trampas geológicas” que contengan rocas almacenadoras de fluidos.

    Pero en sí, la causa no es solo la sísmica, el nombre que recibe la anterior actividad, es la exploración no controlada de esta, es decir, “no es lo mismo colocar un explosivo en un metro cuadrado a colocar cinco en esta misma área”, afirma el experto. En el segundo caso, se obtiene mayor información, debido a que las ondas son más fuertes y si, adicional a ello, la explosión es más profunda, el resultado es mejor.

    De esta manera, se pueden detectar más rápido la existencia de rocas que cumplen la propiedad de porosidad y de permeabilidad, que es lo que les permite almacenar fluidos (agua o petróleo) o gas. “Pero en esta actividad, falta reglamentación por parte de las autoridades pertinentes, control por parte del Gobierno y personal idóneo y altamente capacitado para realizar una detonación con calidad”, aseguró. 

    ”Es así como se termina afectando la tierra, porque a mayor densidad de las detonaciones mayores son los focos que pueden perforar el subsuelo y generar la filtración de agua de los ríos, humedales y demás recursos hídricos existentes en la superficie”.

    De igual forma, dijo, existen normas que especifican los parámetros de cómo se debe realizar, cuál es la distancia mínima de las fuentes de agua que se debe tener, reglamentación técnica sobre el uso de los explosivos, entre otras, pero no hay una reglamentación exigente en materia ambiental y no hay una vigilancia en terreno del cumplimiento de dichas reglamentaciones.

    Al respecto, en el escenario de la audiencia de rendición de cuentas en Yopal, por la tragedia en mención, solicitada por el Congreso, Cesar Augusto Cortés Herrera, subdirector de control y calidad ambiental en representación de Corporinoquia, manifestó que esta entidad ha tenido que emitir normas para llenar los vacíos jurídicos en materia ambiental y se refirió al Decreto 2820 del 2010 que reglamentó las licencias ambientales, en donde se especificó que la sísmica no requiere licencia ambiental, salvo que incluya una intervención vial en este marco. “Hemos emitido la Resolución 0440 del 2010 en donde se establecen las medidas de manejo ambiental para los proyectos de sísmica, es posible que no hallamos avanzado lo suficiente pero debe quedar claro a la comunidad que nosotros sí hemos actuado para contrarrestar hasta donde lo permite la legislación en este tema”, afirmó Cortés.

    Actualmente, existe normativa muy reciente que busca ser más exigente en los requisitos técnicos y procedimientos en la actividad petrolera, lo que permite vislumbrar la falta de una reglamentación antigua para controlar la afectación al medio ambiente. 

    El 26 diciembre del 2013, se expidió el Decreto 3004 sobre los criterios y procedimientos para la exploración y explotación de hidrocarburos en yacimientos no convencionales y el 27 de marzo del 2014 fueron emitidas sus normas técnicas mediante la Resolución 90341 del Ministerio de Minas y Energía, con la que se derogó la Resolución N° 180742 del 2012 y se incluyó regulación sobre el sistema de coordenadas, programa global de perforación, operaciones de estimulación hidráulica, prueba inicial de producción y el muestreo para pozos exploratorios. 

    Igualmente, en el artículo 11, se fijó una serie de requerimientos de cementación para pozos exploratorios y de desarrollo, con lo cual introduce componentes para proteger el agua, resguardando los acuíferos aptos para consumo humano y garantizando el uso más adecuado de este recurso. Finalmente, los procedimientos que no se especificaron seguirán regidos bajo la Resolución 181495 del 2 de septiembre del 2009.

    Adicionalmente, la existencia de vacíos en la reglamentación ha generado que algunos alcaldes de municipios del Casanare busquen otros mecanismos para frenar la actividad petrolera. Así, han sometido a una consulta popular la decisión de permitir o no la exploración y explotación en algunas zonas. Es el caso de Monterrey que, actualmente, mediante el Auto N° 78800 de abril 23 del 2014 del Consejo de Estado, tiene suspendido el proceso que se había programado para el pasado 26 de abril debido a una tutela interpuesta por Ecopetrol, y en Tauramena, donde en diciembre del 2013 se rechazó por voto popular el desarrollo de esta actividad.

    Con la opinión de los diferentes expertos, se evidencia que no se trata de someter este tipo de consultas a los habitantes sino que debe existir una reglamentación que prohíba esta actividad en zonas de recarga hídrica, en reservas de agua y donde luego de un estudio en el que probablemente también se involucraría una exploración sísmica, se determine la existencia de acuíferos subterráneos. Así como, permitir la actividad petrolera en las otras zonas pero de forma controlada, vigilada, reglamentada y con estricta supervisión.

    En este campo, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) manifestó que el Gobierno colombiano debe ser más responsable por los impactos ambientales de sus políticas, según la primera evaluación sobre el desempeño ambiental realizada al país y publicada el 10 de abril del presente año. En donde recomendó la promoción del uso de impuestos ambientales y la eliminación en forma gradual de los subsidios y las exenciones tributarias que perjudican el medio ambiente. Esta evaluación hace hincapié en la necesidad de crear más acciones para orientar el desarrollo económico en una dirección ambiental sostenible y socialmente equitativa y para realizar evaluaciones ambientales de rutina para los principales programas y proyectos que está elaborando el país.
    No solo la actividad petrolera es la responsable
       
     
    Como indicó el experto en entrevista para Legiscomex.com, la ganadería, el cultivo de la palma de aceite, la agricultura, la población y la corrupción gubernamental también fueron detonantes de esta catástrofe. 

    “Lo que pasa en el Casanare es que la ganadería no es controlada y la gente solo quiere tener llanura y talar bosques para los pastos” afirmó en la entrevista e indicó que se debe tener un determinado número de reses por área pero en la región la práctica es inadecuada y sobrepasan este equilibrio. Adicionalmente, la población no se preocupa por capacitarse para aprovechar las épocas de lluvias y hacer un buen uso de la tierra.

    El cultivo de la palma de aceite necesita mucha agua para que esta oleaginosa no se muera, es así como se utilizan millones de litros de agua de los ríos para alimentar los cultivos y mantener los circuitos de agua llenos. Al hablar con un habitante de la región, describe que se hacen zanjas de 1,5 metros (mts) de ancho por 1,5 mts de profundidad que salen de los ríos para regar directamente los cultivos. 

    ”Lo más increíble es que la corrupción de la región permita que todo lo anterior se presente, los políticos están tan pendientes de cómo maquillar los recursos de las regalías y del componente social que las grandes compañías deben dar al Estado en proyectos de inversión y desarrollo social, donde las cifras de costos presentadas superan enormemente el costo real de las obras”, indicó.

    Entonces, si no tenemos un Gobierno regional que fiscalice y controle todas las actividades que perjudican el medio ambiente, ¿quién lo hace?, la respuesta es clara y se evidenció en esta catástrofe. Lo anterior, también genera desconfianza en la comunidad, lo que la lleva a actuar individualmente y a perseguir sus propios intereses, manifestó el experto.
    Producción y comercio exterior del Casanare
    La producción en este departamento del suroriente colombiano se enfoca en tres ramas de actividad económica. En un 71,1%, la extracción de petróleo crudo y de gas natural, servicios de extracción de petróleo y de gas, excepto prospección y extracción de uranio y de torio; en un 4,1%, la producción pecuaria y caza incluyendo las actividades veterinarias, y en un 3,1%, el cultivo de otros productos agrícolas, según el último Informe de Coyuntura Económica Regional (ICER) elaborado por el Departamento Nacional de Estadísticas (DANE) en el 2012.

    Así mismo, se distribuye el uso del suelo, de los 4 millones de hectáreas (ha) de superficie utilizada, 3,6 millones fueron dedicadas a la actividad pecuaria, es decir, que el 90% de la tierra usufructuada se dirigió al levante del ganado. La producción agrícola concentró el 4,6% de uso de la tierra y ocupó 185.752 ha; el 3,2% (130.093 ha) fueron de bosques, y el 2% (83.040 ha) se destinaron a otros usos, según el DANE a través del reporte de uso del suelo.

  • Producción de petróleo. Según el Banco de la República de Colombia, los departamentos del Meta y el Casanare concentraron el 68% de la producción de hidrocarburos en el país (para la anualidad de marzo del 2012 a marzo del 2013), de acuerdo con las cifras suministradas por la Dirección de Hidrocarburos del Ministerio de Minas y Energía.
  •  Gráfica 1: Producción de petróleo, enero del 2010 a marzo del 2013 
       
     
    Fuente: Banco de la República de Colombia
    Entre enero y marzo del 2013, la producción de petróleo ascendió a 3.025.205 barriles de petróleo día calendario (BPDC). En donde el departamento del Meta concentró el 51,4% de la producción, equivalente a 1.555.162 BPDC, seguido por el Casanare al participar con el 17%, correspondiente a 510.957 BPDC.
     Gráfica 2: Participación de los departamentos en la producción nacional de petróleo, 2013 
       
     
    Fuente: Ministerio de Minas y Energía, enero – marzo del 2013
  • Producción de gas, adicionalmente, el Casanare también se destaca en la extracción de gas, ya que concentró el 68% de la producción del país. Entre enero y marzo del 2013, el total de gas extraído ascendió a 2.692,4 millones de pies cúbicos por día calendario (mpcdc), de los cuales 1.824,2 pertenecen al Casanare.
  •  Gráfica 3: Producción de gas en Colombia por departamento, enero – marzo 2013 
       
     
  • La ganadería es otra de las principales actividades, así lo soporta la Encuesta Nacional Agropecuaria (ENA), elaborada por el DANE, en la que se concluyó que “los departamentos con mayor cantidad de cabezas de ganado vacuno son Antioquia, Meta, Casanare, Córdoba y Santander, participando en conjunto con el 45,5% del total del inventario de ganado, seguido por los departamentos del Cesar, Cundinamarca y Magdalena, que en conjunto sumaron un 19,6%”.

    El total nacional de cabezas de ganado para el 2012 fue de 20,4 millones, de los cuales esta región del suroriente colombiano participó con el 8,6% de la producción, solo la antecedió Antioquia con el 11,1%, y Meta con el 9,8%. 

    En cuanto a carne para el consumo, en el 2013, se sacrificaron en Colombia 4.055.956 cabezas de ganado vacuno, con un peso en pie de 1.640.041 toneladas, equivalentes a una producción de 848.409 toneladas de carne en canal. De estas, Casanare participó con el 1,3% al sacrificar 52.868 cabezas de ganado que produjeron 9.670.480 kilos de carne en canal, que fueron destinadas en su totalidad para el mercado interno.

    También se registraron 16.592 cabezas de ganado porcino en el Casanare, que corresponden a una participación del 1,8% sobre el total nacional que ascendió a 923.469 unidades.

    En el año 2013, el sacrificio de ganado porcino fue de 3.048.457 cabezas a nivel nacional, de las que 1.391 fueron de este departamento y totalizaron 101.495 kilos de carne en canal, lo que representó el 0,05% de la producción del país y su consumo fue 100% nacional.
  •  Gráfica 4: Inventario nacional de ganado vacuno por departamento 
       
     
    Fuente: DANE - Encuenta Nacional Agrícola 2012
    Cultivo de arroz, según la Encuesta Nacional de Arroz Mecanizado realizada para el primer semestre del 2013 por el DANE, el área sembrada en Colombia fue de 293.179 hectáreas (ha) y presentó un incremento del 13,4%, respecto al primer semestre del 2012. 

    De este informe se resalta, que del total nacional Casanare registró la mayor área sembrada con 93.879 ha, lo que significó una concentración del 32% del cultivo de arroz y registró un crecimiento del 21,6%, respecto al primer semestre del 2012, cuando totalizó 77.209 ha sembradas.
     Gráfica 5: Área cultivada de arroz en Colombia, producción y rendimiento por Departamento 
       
     
    Fuente: DANE y Federación Nacional de Arroceros (Fedearroz)
    Sin embargo, el área cosechada fue de 18.743 ha y la producción ascendió a 94.969 toneladas, lo que generó el tercer lugar para este departamento con una participación del 11,1% en el total de la producción.
     Gráfica 6: Siembra y producción de arroz en Colombia por Departamento 
       
     
    Fuente: DANE y Federación Nacional de Arroceros (Fedearroz)
    Casanare se destaca por ser exportador de petróleo, la producción agropecuaria se consume en el país y no se destina a otras naciones. 

    En el 2013, las exportaciones de este departamento alcanzaron los USD2.458,3 millones, donde los aceites crudos de petróleo representaron el 99,8% del total de las ventas externas.
     Tabla 1: Exportaciones de Casanare, 2013 
       
     
    Fuente: Elaborado por legiscomex.com con información del DANE
    Moraleja de la crisis
    A pesar de las medidas tomadas para solucionar esta catástrofe ambiental donde se lograron beneficiar a 21.567 animales de la fauna silvestre, a través del vertimiento de 20,4 millones de litros de agua; el suministro de 67,5 toneladas de alimentos para animales; el desembolso de dinero por COP1.000 millones por la Ungrd; la construcción de 29 pozos profundos para el almacenamiento de agua; la ayuda de 273 personas en terreno entre Policía Nacional, Ejército, Corporinoquía, Defensa Civil, Cruz Roja, Bomberos; 70 vehículos y 60 carrotanques, entre otras; se necesita concientización de la población, normatividad, políticas públicas articuladas y compromiso por parte del Gobierno, para evitar otra catástrofe de esta magnitud.

    Si bien es cierto que existen normas, reglamentos técnicos en la materia, el Ministerio del Medio Ambiente y Desarrollo Rural y la Autoridad Nacional de Licencias Ambiental (ANLA), entre otros; no existe un Gobierno fiscalizador y controlador desde su capital hasta las regiones. Se necesitan alcaldes, gobernadores, senadores, representantes, funcionarios públicos y un presidente idóneos que vigilen y hagan cumplir las normas. 

    Se requiere una normatividad ambiental exigente para la exploración y explotación de petróleo, para el sector agrícola y pecuario y para el cultivo de la palma de aceite, así como para todas las actividades de producción que de una u otra forma repercuten en el medio ambiente. Y lo más importante la concientización de toda la población de Colombia y del mundo entero sobre la conservación de este recurso natural no renovable.

    “Es hora de planificar el país de manera integral y regional, no municipal, para que no se sigan presentando estas tragedias irreversibles. Hoy fue Paz de Ariporo, mañana podría ser cualquier sitio azotado por lluvias o sequías. Debemos caracterizar los suelos de Colombia, identificar sus limitantes, regular su uso y conservación, potencializar la investigación científica entorno al uso eficiente de los recursos, ejercer un mayor control frente al manejo de concesiones de agua y determinar las zonas de recarga de acuíferos en cada región”, señaló Juan Antonio Nieto Escalante, director general del IGAC.

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