El presidente venezolano Nicolás Maduro justificó su plan unilateral contra el contrabando con el argumento de que el tráfico ilegal de mercancías hacia Colombia afecta entre el 30% y el 40% del abasto de productos básicos en su país. http://goo.gl/Uwk1Ic
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Cuando el pasado primero de agosto se reunieron los presidentes Juan Manuel Santos (Colombia) y Nicolás Maduro (Venezuela), en el puerto de Cartagena, el tema del contrabando en la frontera común fue el prioritario de la agenda y nada hacía presagiar que, a la postre, ese asunto se convertiría en motivo de fricción entre los dos gobiernos.
A pesar de que los mandatarios acordaron en esa cita coordinar acciones para combatir el contrabando, que causa millonarias pérdidas a los sectores comercial y productivo de los dos países, Maduro anunció el 9 de agosto un “plan de choque” unilateral contra el tráfico ilegal de mercancías hacia Colombia y dos días después puso en marcha una estrategia que incluye un gran despliegue policiaco y militar y el cierre de los puestos fronterizos venezolanos durante la noche. La canciller colombiana, María Ángela Holguín, criticó la medida y dijo que se trata de un plan adoptado de manera unilateral por el gobierno venezolano. Consideró que de esa forma ni se soluciona el problema del contrabando ni se propicia la integración binacional. Para el presidente de la Federación de Cámaras y Asociaciones de Comercio y Producción (Fedecámaras) en el fronterizo estado Táchira, Daniel Aguilar, la guerra contra el contrabando decretada por el gobierno venezolano para contener el tráfico ilegal de mercancías hacia Colombia es ineficaz y genera un caos en la frontera común. En entrevista con Legiscomex.com, el dirigente empresarial descartó que realmente exista una guerra contra el contrabando. “Lo que yo veo una decisión unilateral del gobierno venezolano para contrarrestar las consecuencias y no las causas de este problema. Lo que genera tanto contrabando es el amplio diferencial cambiario entre los dos países, lo que hace que los productos venezolanos resulten muy baratos para los colombianos, y en una frontera de 2.200 kilómetros como la que tenemos esto resulta muy difícil de controlar”, dijo. De acuerdo con el líder regional del organismo cúpula empresarial de Venezuela, el contrabando a gran escala que se registra hacia Colombia es un síntoma de los desequilibrios y distorsiones económicos que registra este país debido a las erradas políticas de los gobiernos del fallecido presidente Hugo Chávez y de su sucesor, Nicolás Maduro. “Lo que nosotros proponemos, como gremio productivo, es crear un régimen especial en la frontera, en el que los gobiernos de Caracas y de Bogotá se pongan de acuerdo en un tipo de cambio especial y en un sistema que desincentive el contrabando y permita a los colombianos venir a Venezuela a adquirir los productos legalmente”, señaló. Dijo que eso es algo que deben determinar los gobiernos pero de común acuerdo, como parte de un plan que incluya estímulos fiscales, de comercialización y producción, con un régimen especial de comercio e inversión en la zona fronteriza de las dos naciones. “Lo que tenemos que hacer es legalizar el comercio y permitir que los colombianos vengan a Venezuela a comprar productos en condiciones en que paguen una cuota especial, para compensar el diferencial cambiario. Todo esto, supervisado por Aduanas. Esta cuota la pueden pagar vía impuestos en los puestos fronterizos, pero adquirirían los productos de manera legal y de esa manera se resolvería parte del problema”, consideró Aguilar.
Desequilibrios
El principal incentivo para el contrabando de alimentos, textiles, medicamentos, calzado, artículos de cuidado personal, materiales de construcción y combustibles es el diferencial cambiario en las monedas de los dos países.
Venezuela mantiene desde el 2003 un control de cambios que propicia un dólar subsidiado. El bolívar venezolano tiene una cotización oficial mínima de 6,30 unidades por dólar pero en el mercado paralelo la moneda estadounidense se llega a cotizar hasta en 90 bolívares (VEF), lo que abarata los productos locales que, además, están sujetos a control de precios y tienen subsidios del gobierno. La mayoría de productos básicos e insumos son importados en Venezuela a la tasa preferencial de VEF6,30 por dólar y se venden a precios regulados, pero una persona que tenga divisas y las venda en el mercado paralelo paga valores casi simbólicos por una gran variedad de artículos de consumo. En un supermercado venezolano un kilo de arroz tiene un precio de 0,10 centavos de dólar (paralelo) pero en Colombia vale 10 veces más. En una proporción similar se multiplican los precios de los desodorantes y champús para el cabello al cruzar de un país a otro. En el caso de los combustibles la diferencia de precios es abismal. Un galón de gasolina tiene un valor de 75 pesos colombianos (COP) en una estación de servicio en Venezuela, mientras que en Colombia el precio llega a COP8.500, es decir, 110 de veces más. "Si tienes un tipo de cambio sobrevaluado y un congelamiento de precios interno, es obvio que hay un estímulo enorme para que las mercancías salgan", señaló el analista Luis Vicente León. El presidente de Petróleos de Venezuela (PDVSA), Asdrúbal Chávez, estimó hace unos días que a través de los estados fronterizos venezolanos Táchira, Zulia, Apure, Amazonas, Mérida y Trujillo, se envían de manera ilegal a Colombia unos 45.000 barriles diarios de gasolina, lo que genera pérdidas de USD200 millones anuales a este país. La guerra contra el contrabando fue anunciada a principios de agosto pasado por el presidente Maduro como un “plan de choque especial” que incluye el despliegue de 17.000 efectivos del Ejército, la Guardia Nacional, la policía, la Fiscalía y el servicio de Aduanas en el área fronteriza. La medida más controvertida de este plan es el cierre de los puestos fronterizos venezolanos entre las 10 de la noche y las cinco de la mañana, lo que provoca múltiples trastornos en el flujo de personas y mercancías legales entre los dos países. Maduro justificó la estrategia con el argumento de que el contrabando hacia Colombia acapara entre el 30% y el 40% de los bienes y productos producidos en Venezuela o importados de terceras naciones, en momentos en que este país registra una aguda escasez de artículos básicos y en que los ciudadanos hacen largas filas para intentar conseguir los alimentos del día a día y productos de primera necesidad, como los medicamentos. Para Colombia, el contrabando también es un problema muy serio que ocasiona pérdidas por unos USD6.000 millones anuales al comercio formal y al fisco, según estimaciones oficiales. El cierre de los puestos de control en la frontera común durante la jornada nocturna se aplica desde el pasado 11 de agosto. El grueso del contrabando, sin embargo, se realiza a través de unos 190 caminos fronterizos clandestinos, conocidos como “trochas”, que corren a lo largo de 200 kilómetros entre los departamentos colombianos de La Guajira y Norte de Santander. “El cierre de fronteras es nocivo porque altera toda la vida fronteriza, tanto de los trabajadores que tienen que cruzar en horarios nocturnos porque así lo requieren sus actividades, como del comercio. Esto agrava toda la situación de la frontera, en especial en la zona entre Cúcuta (Colombia) y San Antonio del Táchira y Ureña (Venezuela)”, señaló Aguilar. Las autoridades de Venezuela defienden el plan y aseguran que en casi un mes de su aplicación se han capturado a cerca de 700 personas y se ha decomisado tanta mercancía de contrabando como en todo el 2013. El presidente de Fedecámaras en el Táchira señaló que a pesar de los decomisos de mercancías y capturas anunciados por las autoridades “el contrabando sigue y es algo imposible de parar con estas medidas. Lo que se necesita es atacar el problema de fondo, que es la diferencia de precios entre los dos países, y eso requiere de acciones concertadas entre los dos gobiernos”. Aguilar aseguró que la denominada “guerra contra el contrabando” en realidad no existe y lo que ha provocado es caos en la frontera. “Los problemas de abasto en el Táchira se han complicado porque la Guardia Nacional retrasa y restringe todo el transporte que viene del resto del país hasta esta zona fronteriza. Entonces eso nos afecta a los venezolanos que vivimos en la frontera y, claro, a los colombianos, por el cierre de los pasos durante la noche. Todo el comercio se ve afectado”, sostuvo. De acuerdo con el dirigente gremial, todo lo que se produce en Venezuela está fiscalizado de manera muy rigurosa por el gobierno y las mercancías pasan por diferentes puntos de control al transportarse a los centros de consumo, por lo que resulta extraño que a pesar de estas inspecciones se produzca un contrabando tan cuantioso hacia Colombia. Aguilar sostuvo que cabe preguntarse “si esta guerra contra el contrabando de verdad es eso o si no será que los que se benefician de ese delito son hoy algunos que desplazaron a los que se beneficiaban antes”. Congresistas y concejales de Colombia y Venezuela emitieron el pasado 27 de agosto un pronunciamiento en el que rechazan el cierre unilateral del paso fronterizo entre ambos países en horas nocturnas y exhortan a los gobiernos de los dos países a buscar soluciones amistosas y de consenso al fenómeno del contrabando.
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lunes, 15 de septiembre de 2014
Guerra contra el contrabando es ineficaz y genera caos: Fedecámaras
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